Decía Zidane en la rueda de Prensa previa al Villarreal-Real Madrid de esta noche (21:00, Movistar LaLiga) que el partido del estadio de La Cerámica es el más importante de la temporada, mostrando su habilidad para moverse en rueda de Prensa: efectivamente, para el Real Madrid el partido más importante siempre es el inmediato, porque las miras siempre están enfocadas en la próxima curva; no hay más camino. Pero el de esta tercera jornada de Liga no es un partido más, sino que realmente marcará buena parte de lo que le espera al equipo esta temporada. Tras la brillante victoria en Vigo y el tropiezo casero ante el Valladolid, es perentorio amarrar hoy los tres puntos. Por lo civil o por lo criminal, que diría Luis Aragonés. Con cebolla o sin cebolla, que dirían los Millennials.
Ganar hoy sería un golpe en la mesa, alejar los fantasmas del empate con el Pucela y gritarle al mundo que los traspiés del Barcelona en la competición doméstica no van a ser desaprovechados, por primera vez en unos cuantos años. Sería un garbeo por la pasarela para lucir palmito y para gritarle al aficionado que, esta vez sí, LaLiga no va a despreciarse. Quedará mucho por delante, tanto como otras 35 jornadas, pero al Madrid no se le exige ganar títulos, sino que los pelée. Aunque a estas alturas muchos se conforman ya incluso con que no los vaya regalando antes de que empiece el otoño.
No se esperan demasiados cambios respecto al once habitual de Zidane, tan poco proclive a meter variaciones en sus onces. Justo antes del parón de selecciones, y tras un nuevo tropiezo del Barcelona, tiene claro que exprimir a su Vieja Guardia es la mejor garantía (sic) para conseguir los tres puntos. La única duda estriba en saber si Vinicius, objeto de tantas críticas desde diversos sectores, será titular o en su defecto ocupará su plaza Lucas Vázquez. Lo demás, lo de siempre, de nuevo el centro del campo Modric-Casemiro-Kroos ya de vuelta el croata tras su sanción.
En Villarreal jugó precisamente el Madrid su primer partido de este turbulento 2019. Y allí comenzó perdiendo, logró remontar y, cuando parecía que se iba a llevar los tres puntos de regreso a la capital, Cazorla marcó el 2-2 definitivo cuando el encuentro agonizaba. Los blancos, entrenados por Solari, podrían alinear el mismo once hoy que ese día, si finalmente Lucas reemplaza a Vinicius, así que la tan cacareada revolución posiblemente fuera esto. O no.
Mientras, el Villarreal camina con un puntito tras dos jornadas, perdiendo buenos jugadores cada verano y reforzándose de manera, cuanto menos, regulera. Es una especie de Villarreal de Hacendado, podría ser un equipo fantástico pero se ha quedado en marca blanca que ni puede competir contra los mejores pero tampoco aparecer al fondo de la encimera. Ahora andan de pelea con los árbitros tras un ramillete de jugadas desfavorables en el que les trincó el VAR, y el foco parece alejado del césped. Claro, que eso ya uno no sabe si es bueno o es malo, porque todo depende del día que tengan hoy los de blanco. Si el que suelen tener en Liga o uno de colmillo afilado y ganas de que sus aficionados vayan al parón de selecciones con una sonrisa.
Por cierto, que el morbo lo pondrá Keylor Navas. Ayer Altube no estuvo en el partido del Castilla y podría ser una señal de que el meta canterano viajará a Villarreal porque el Tico estará un paso más cerca del PSG. Habrá que estar atentos a esa lista.
