ALA 1 – 2 RM: Carvajal de guardia

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Es uno de esos jugadores habitualmente vituperados, pero cuando tiene que estar, siempre está. Dani Carvajal, empujando a la red un balón suelto tras remate de Isco, le dio al Real Madrid los tres puntos en su visita al Alavés (1-2). Un partido macho, de los que gustan, aderezado además con una cortina de agua que le otorgó más dramatismo al choque. Antes, Capitán Ramos adelantó a los blancos pero un penalti absurdo cometido por Canelita permitió la igualada babazorra. Hasta que llegó Carvajal.

Carvajal es de esos jugadores que a algunos se le atragantan. El jabalí de Leganés no es guapo, no vende camisetas, no dejó comisión de fichaje porque es canterano, es español y eso, a los ideólogos del neomadridismo de pacotilla, le sienta fatal. Pero Dani siempre está cuando se le necesita. A veces se cortocircuita porque se mete en broncas innecesarias, pero un defensa que defiende y que llega arriba, y que encima te mete goles porque sabe ver situaciones que otros nunca verían (aquel gol en la Supercopa de Europa ante el Sevilla…) es una garantía. Cuando peor pintaba el partido para el Madrid, el Alavés desatado y recién anotado su gol del empate, llegó el 2 madridista para silenciar Mendizorroza y darle a los blancos tres puntos vitales y que saben muy muy bien.

No jugó el Madrid como ante el PSG, pero de nuevo Marcelo estuvo fantástico. El lateral izquierdo madridista, el mejor lateral del club en los últimos 40 años, ha recuperado su nivel: en ataque es impredecible, certero y desequilibrante en cada jugada. Defendiendo es Marcelo, sí, pero arriba es tan abolutamente único que cualquier comparación con cualquier jugador en su puesto debería ser considerado como delito. Marcelo es único.

El Madrid, con su tridente mediocampista clásico (Zidane apostó por Modric-Casemiro-Kroos), con Areola bajo palos y con Militao por Varane, no se arrugó en ningún momento por el partido macho que planetó el Alavés, con un Aleix Vidal que pareció haberse tomado un par de chiles habaneros rojos (o azulgranas) para estar metido en todos los fregaos. Controló la posesión y supo llegar arriba con relativo peligro cuando Marcelo llegaba como un avión o cuando Kroos colocaba centros sedosos al área a balón parado. Así llegó el 0-1 de Ramos ya en la segunda parte, segunda ocasión clara del partido para el Madrid tras un poste en propia puerta de los babazorros.

Pero el partido pareció irse por el sumidero: el Madrid con ese 0-1 se echó atrás, perdió el balón y Ramos no desaprovechó la ocasión para cometer la canelitada de cada partido y forzar un penalti en contra absurdo. 1-1, el Alavés desbocado, el Madrid sufriendo, la lluvia, Vidal haciendo cortes de manga, Bale pensando en nuevos bordados para otra banderola (partidito indigno el suyo)… Hasta que apareció Carvajal. Uno de los que siempre están de guardia y que con su gol coloca al Madrid líder provisional.