Podría parecer un partido cualquiera, aunque no lo será ni por la hora (13:00, Movistar LaLiga) ni por el aguacero que se espera a la hora del partido: cien por cien de posibilidades de lluvia anticipan los partes. Pero el partido del Real Madrid en Mendizorroza ante el Alavés tampoco será un partido cualquira porque es la prueba del algodón liguera para Zidane: si este mediodía no tira del llamado Plan B, tras un partido de la exigencia del jugado ante el PSG entre semana y ante un rival situado en el grueso del pelotón de Primera División, el algodón no saldrá lo limpio que tendría que salir, pese a las apariencias.
Porque hoy debería ser día para rotar. Dos bailes de peonza son obvios: Varane acabó con molestias ante el PSG y hoy jugará en su lugar el casi inédito Militao. Hazard, lesionado ante los parisinos, dejará paso a Bale, que por mucho Gales, Golf, Madrid que exhiba sigue siendo Plan A en el imaginario colectivo, por coste y sueldo. Pero las rotaciones no deberían acabar ahí: viaja Odriozola, que cada vez que entra en una lista es para jugar aunque en esta ocasión también está Carvajal, y aparecen también Mendy y Marcelo. De 19 convocados tres son porteros y cuatro, laterales. Quedan doce jugadores para repartirse ocho puestos y algunos (léase Casemiro, que algún día tendrá que descansar) andan ya pasadetes de kilómetros.
No será el Alavés rival sencillo. Cuenta con la posible invocación de un arma poderosa, la del gol del ex (el Glorioso tiene seis ex madridistas en sus filas: Pacheco, Burgui, Joselu, Aleix Vidal, Javi Muñoz y Rioja) y los babazorros sólo han encajado dos goles en casa en lo que llevamos de temporada, unos registros que ya quisiera para sí Simeone. Su pareja de delanteros, Joselu-Lucas Pérez, está de moda debido a su facilidad anotadora (seis goles el hispano-alemán, siete el coruñés) y el Alavés, con un tanto de Manu García en el alargue, consiguió derrotar en Vitoria al Real Madrid el curso pasado, algo que no lograba desde antes de 1931.
Hora del aperitivo, diluvio, partido de entreguerras, un adversario complicado en su casa, los indiscutibles lesionados y algunos jugadores pidiendo a gritos un descanso para reponer fuerzas. Sí, hoy es el día para rotar algunas piezas imposibles. Es el día de la prueba del algodón: si hoy no se rota, pocas oportunidades van a tener los menos habituales ya.
