Seis minutos. Eso fue lo que duró el partido de octavos de final de la Copa del Rey entre el Zaragoza y el Real Madrid (0-4). En ese momento, Varane aprovechó en el segundo palo un centro de Kroos que malremató Vinicius para poner por delante a los blancos. Marcó el francés y La Romareda se apagó como una cerilla en las cataratas del Niágara. Hubo 84 minutos más, y es cierto que el equipo maño apretó en algunos momentos del encuentro ante la desgana de los de Zidane, pero uno está en Segunda División y jugó con los suplentes y el otro es el líder de Primera y eso se nota. El partido fue plano, pero el pase a cuartos está en la buchaca porque Lucas Vázquez, Vinicius y Benzema redondearon el marcador y Areola evitó con un par de buenas paradas que los de Víctor Fernández subieran un golito a su casillero. El Madrid le dijo a la Copa que sí, que está aquí.
El partido fue plácido, y volvió dejar patente el mal momento de varios futbolistas del equipo madridista. Jovic sigue siendo un espíritu: se limita a colocarse entre los centrales esperando que le llueva algo, y no gotea nada porque los zagueros del adversario siempre están encima. Así que su papel es absolutamente intrascendente en este equipo y quedó demostrado porque fue marcharse y su recambio, Benzema, sí marcó mientras que Brahim se dejó el alma el rato del que dispuso. Jovic es que ni se buscó una ocasión.
Otro caso que parece irremediablemente perdido es el de James: el colombiano, que durante sus buenos años en el club deslumbraba con sus golazos, su participación en el juego y su entrega, se ha transformado ahora, por lo que sea, en un jugador del montón. Al menos decoró su partido en la devolución de la pared que terminó con el gol de Vinicius. Ver para creer. También Marcelo y Sergio Ramos, recién salidos de lesión, estuvieron muy por debajo de su nivel, aunque en su caso puede ser que la edad también pese lo suyo.
Aí o gol do Vinícius Jr? pic.twitter.com/kB3e9ZUib8
— Tatiana Mantovani (@tatimantovani) January 29, 2020
En el extremo contrario, Kroos volvió a demostrar que está viviendo la que quizás sea su mejor temporada en el Real Madrid, que se mueve a su son. Vinicius consiguió hasta marcar, aleluya, porque sigue siendo el ligoncete adolescente al que le piden siempre el carné en la puerta de la discoteca y no le dejan entrar porque no tiene la edad. En La Romareda no sólo pasó, sino que se fue con la más guapa.
Otro que volvió a destacar, para desesperación de su inmensa legión de haters, fue Lucas Vázquez. El gallego es lo que es: no le pidas que te desfile de Karl Lagerfeld porque no da el fenotipo , pero se pone lo primero que tiene a mano y resulta. Otra vez trabajo a destajo y además tuvo la fortuna de embocar el 0-2 con una extraordinaria definición.
Y tambien destacó Areola, que tuvo dos muy buenas intervenciones, una a remate de Kagawa en la primera parte y otra con el pie, a remate de Luis Suárez, en la segunda. El meta francés está ahí, acechando por si Courtois vuelve a relajarse un poco. Y demuestra que está preparado (casi) en cada ocasión en la que puede jugar. Así que con esos mimbres más la seriedad habitual de los Varane, Carvajal y Valverde, el Madrid ya está en cuartos de Copa. Y el sábado espera el Atlético en un partido que puede suponer la puntilla para los de Simeone en Liga. No está mal la semana.
