RM 2 – 1 ELC: Benzema prende un clavo apagado

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El clavo estaba sumergido en diez litros de agua, pero un golazo de Benzema en la prolongación prendió la alcayata con un bidón de gasolina. El Real Madrid, en un partido pésimo de los blancos y con polémica doble del VAR, ganó al Elche de milagrito (2-1) y mantiene alguna esperanza matemática de conquistar LaLiga, porque lo que es por juego no da para ilusionarse demasiado. Dani Calvo adelantó a los visitantes y el delantero francés le dio los tres puntos a los blancos con un postrerio doblete.

Zidane sorprendió, tal vez con la mente más puesta en el martes (vuelta europea ante la Atalanta) que en incordiar al Atlético. Defensa de tres centrales, Sergio Ramos al verde ya recuperado de la intervención en el menisco del pasado 6 de febrero, Kroos y Modric al banquillo y Valverde e Isco reemplazándoles. Sin los dos motores ofensivos del equipo, el Real Madrid rateaba. Y no dejaba una estela de humo porque el ritmo era tan absolutamente lento que no había siquiera posibilidad de entrar en calor, pese a la tardecita primaveral sobre Valdebebas.

Escribá aplicó la receta de cualquier equipo que ha pescado en el Di Stéfano este curso: líneas juntas, bloque medio y salir buscando a una centella (los ilicitanos no tienen) o a un nueve larguirucho que ejerce como hombre boya. De estos, el Elche tiene dos: Boye (y no sólo por el apellido) y Carrillo. A los franjiverdes, esta vez rojifranjiazules, les costó media hora encontrarlos. Pero cuando lo lograron, las bisagras de la puerta de Courtois comenzaron a chirriar, aunque el meta belga tuvo un plácido primer acto.

También Edgar Badía, curiosamente el portero más fusilado de Primera pero que en esos primeros cuarenta y cinco minutos sólo recibió un balazo: un disparo lejano y blando de Isco. Era el minuto 27. En el 34, la única ocasión real blanca, un centro de Vinicius al segundo palo que Benzema, completamente solo en el segundo palo, remató incomprensiblemente fuera. Y no pasó nada más. La energía de Valverde fue lo más destacado del Madrid, mientras que el orden del Elche permitió a los visitantes vivir plácidamente.

El segundo tiempo comenzó con el Madrid algo más veloz (menos era imposible) y con la polémica, esta vez doble, de cada día. Pareció que Boye cometió penalti sobre Sergio Ramos, por un agarrón, pero el colegiado y el VAR dijeron que nones, pese a que las tropecientas repeticiones dejaban la jugada meridianamente clara. Casi en la jugada de vuelta, Courtois sacó un remate de Carrillo y hubo un derribo dentro del área sobre el mismo jugador ilicitano, de Ramos, que el VAR también mandó al limbo cuando parecía de manual. Empate a errores.

No había tiempo ni para enfadarse, porque en un córner Dani Calvo, anticipándose a un despistado Varane, pegó un frentazo que supuso el 0-1. El Madrid por detrás en Valdebebas contra un equipo de la zona baja, el clásico de esta temporada, el otrora clavo ardiendo con peor pinta que un puerro requemado. Entonces saltaron al campo Kroos y Modric, a ver si la posesión empezaba a tener algo de sentido y profundidad, y Rodrygo, para que el Madrid volviera a defensa de cuatro. Quedaba media hora.

Curiosamente, y por delante en el marcador, el Elche comenzó a despistarse más de la cuenta en defensa. Podrían haberle aplastado los cambios, por el juego, pero fue por falta de concentración. Así marcó el empate de cabeza Benzema, a centro de Modric, tras el típico córner en corto que suele acabar en nada. Boye se despistó y el francés remató casi con la oreja. Pero fue gol, y al final eso es lo que cuenta. Zidane, entonces, le dio minutos a Hazard. Como dijo alguien en Twitter, «tiene cuarto de hora para lesionarse otra vez». El belga no es que provoque mucho entusiasmo en la afición madridista a estas alturas, pero al menos se espera que ponga algo de pimienta al partido.

El Madrid comenzó a llamar a la puerta, porque la Liga se le escapaba a borbotones. Casemiro, con un zapatazo que se fue a centímetros del poste izquierdo de Badía, apretaba al Elche desde su ya habitual posición de delantero centro, a lo Alexanko con Cruyff, cuando toca la heroica. El Elche se había blindado, pero un zarpazo de Benzema en la prolongación, tras una maravilla técnica de Rodrygo, mantiene el clavo ardiendo. Benzema agarró al Madrid a una Liga que se escapaba, pero jugando así habrá que ver por cuánto tiempo.