BET 0 – 1 RM: Carvajappé (esperando a Kylian)

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En el tercer partido del Madrid en Liga, el invitado sorpresa fue Dani Carvajal. Con los ojos del neomadridismo más pendientes de darle a la tecla F5 para chequear novedades sobre el posible fichaje de Kylian Mbappé por los blancos, el jabato de Leganés, de nuevo titular en este 2021 que estaba resultando horribilis para él, tumbó al Betis en el Villamarín (0-1) sellando el triunfo de los de Ancelotti tras un mal primer tiempo y un buen tramo en la segunda. Carvajal fue Carvajappé esperando a Kylian.

Ancelotti introdujo tres cambios de inicio respecto al partido ante el Levante. Nacho, tocado durante la semana, dejó su plaza a Miguel Gutiérrez, lo que desplazó a Alaba al centro de la defensa. Carvajal retomó la titularidad en el lateral derecho. Y Vinicius, con sus tres goles en los dos ratos de las dos primeras jornadas, mandó a Hazard al banquillo. Algo que, a tres días y un poco del cierre de mercado y con los rumores en torno al futuro del belga, cantó como un mariachi.

Con Isco de nuevo como maestro de ceremonias ante la ausencia de Kroos y Modric, el Madrid se desenvolvió con soltura nada más pisar el Villamarín. Sobre todo, porque a los cinco minutos Vinicius arrancó como una centella por el costado izquierdo, sacudiéndose a Montoya como quien se sacude moscas en este final de agosto, y su centro lo remató Benzema a milímetros del poste izquierdo de Rui Silva. Poco después, un disparo de Militao tras córner a favor de los blancos lo detuvo el arquero portugués del Betis. Los de Ancelotti estaban jugando realmente bien.

El Betis no apareció hasta los once minutos. Una falta tonta cometida por Alaba sobre Fekir en la frontal concedió al francoargelino un golpe franco en el que Courtois tuvo que estirarse como un felino para impedir el gol verdiblanco. Pellegrini aprovechó para retocar la posición de Canales sobre el campo y eso, unido a que Isco comenzó a ratear en la distribución, igualó las fuerzas. El Madrid, de repente y tras el buen inicio, se había convertido en una máquina de perder balones en transición, y Ancelotti arqueaba la ceja no para mostrar normalidad, sino enfado

Los del técnico italiano no encontraban la forma de volver a acercarse al área verdiblanca. Vinicius ya estaba mejor controlado, y además dejó detalles de su ‘otro yo’, el de las pasadas temporadas. Isco no carburaba, Valverde estaba realmente tímido y Casemiro, omnipresente, era demasiado poco como para generar peligro. Fekir, mientras, se perdía en una guerra santa: él contra todos. Se llevó una amarilla por un piscinazo digno de un extra de un spaghetti western y protestaba hasta por la temperatura del agua de los bidones durante la pausa de hidratación.

En el césped comenzó a pasar demasiado poco, con el público exaltado tras la fenomenal actuación del francoargelino. Tal vez no sería mala cosa poner por los videomarcadores la repetición de las jugadas del VAR, por acabar con la tontuna. Canales, mientras, apareció para montarle un monumental taco a Militao, pero el disparo del cántabro se fue alto. El Betis llegaba y no atinaba, mientras que el Madrid ni atinaba ni llegaba. Un córner forzado por Carvajal en lo que quizás fue la única jugada con algo de mérito del lateral en el primer acto y poco más, porque el héroe del partido no tenía su día. El primer acto se despidió con el partido afeado con mil y una faltas, acompañadas de tarjetas, y un disparo de Juanmi centrado y sin apuros para Courtois.

El guión tras el entreacto algo cambió, había menos palos y algo más de intención, que no de puntería, de los de Ancelotti. Dos fueras de juego de Benzema, dos remates del francés uno de ellos con resultado de gol anulado. El Madrid, al menos, estaba de cuerpo presente. Vinicius apareció para volver a ser él, un cabezazo muy defectuoso tras un buen centro de Miguel, mientras el Betis se derretía y Hernández Hernández se llevaba una entrada al tobillo de Casemiro, el brasileño no hace prisioneros ni en el estamento arbitral.

En esas estábamos, con el Madrid controlando pero sin colmillo, cuando una recuperación de Miguel Gutiérrez llevó el balón a Vinicius y a trompicones acabó en Benzema. El galo oteó la incorporación por el otro costado de Carvajal, le puso un caramelo y el de Leganés le quitó el envoltorio y clavó el balón en la portería de Rui Silva. El 0-1 hacía justicia a lo visto tras el descanso.

Como era de esperar, el tanto madridista espoleó a los verdiblancos, que por fin se decidieron a aparecer sobre el verde. Un par de sustos en las inmediaciones de Courtois encendieron las alarmas y el Madrid apagó cualquier conato de reacción con los cambios. Asensio tuvo el 0-2 y Hazard despejó las dudas sobre un posible traspaso compareciendo sobre el tapete en el último tramo de encuentro, en el que Courtois, la última acción del partido, le sacó un remate a Montoya que se colaba en su meta.

El Madrid, otra vez con un invitado sorpresa, esta vez Carvajal como en Vitoria y Valencia fue Vinicius, sigue invicto en su arranque liguero. La próxima vez aparecerá por fin sobre el Bernabéu, o ésa es la idea, y tal vez lo haga con Mbappé. Pero sea como sea, seguirá vistiendo de blanco y su obligación será la de siempre: ganar. Sea cual sea su plantilla.