RM 2 – 1 RAY: Del trueno al casi petardazo

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Pudo golear, o eso lo pareció, en la primera parte. Pero acabó colgado del larguero, con Kroos evitando un tanto sobre la línea, con los vallecanos acorralando al trece veces campeón de Europa en su área pequeña. El Real Madrid derrotó (2-1) al Rayo con goles de Kroos, Benzema y Falcao, pidiendo la hora, pero amarrando al liderato liguero. El equipo blanco no funciona, y tratar de camuflar la realidad no impedirá que la gente detecte al camaleón. El Madrid fue un trueno al prinicipio, pero acabó al borde del petardazo

Camavinga (por Modric) y Asensio (por Lucas Vázquez) fueron las rotaciones de Ancelotti ante un Rayo al que algunos se empeñaron en presentar poco menos que como los Globetrotters de Vallecas. Pero el italiano olvidó cerrar la puerta a la espalda de Carvajal, y Álvaro dispuso de una ocasión a los treinta segundos, ante el despiste del de Leganés. Agua, una constante en los ataques del Rayo.

Vinicius vio cómo le era anulado un tanto en la primera aproximación madridista, por fuera de juego del asistente Benzema que lo pareció sin VAR y éste ratificó. El Madrid no estaba mucho mejor que ante el Shakhtar, peor convendrán ustedes que es realmente complicado, y además lo que el videoarbitraje le negó de primeras se lo dio de segundas, con un gol de Kroos a pase de Asensio en una jugada en la que la posición inicial de Vinicius fue objeto de revisión. El 1-0 tranquilizó el ambiente, porque el Bernabéu no es Vallecas y el Rayo se había dejado la dentadura en casa.

Intentó alguna dentellada, el Madrid demasiado permisivo en su frontal, pero Courtois tampoco estuvo excesivamente exigido. Sí en número, pero no en flexibilidad, no había necesidad de hacer paradas imposibles. Camavinga seguía igual de despistado que en los últimos partidos en los que ha participado, y Alaba en su línea ascendente. Una incorporación ofensiva del austrico habilitó a Benzema ante los titubeos de Dimitrievski en salir a cortar el balón y fusiló el 2-0 cuando se acercaba el descanso. No es que el salto temporal sea para economizar crónica: es que salvo la actividad de Asensio y las conexiones del Vin-Ben, el Vinicius-Benzema, el equipo era realmente plano.

La segunda parte se inició con el Rayo algo más pujante, pero fue Vinicius quien estuvo a punto de hacer el gol del año: arrancó, le empezaron a salir rivales, fue burlando a todos uno tras otro a medio trompicones, así deslabazado, y acabó rematando para que un rival despejara bajo palos. Si llega a entrar, hubiera sido el gol de LaLiga. Pero no entró, aunque mostraba en lo que se iba a convertir el segundo tiempo. Un Madrid sesteante, refugiado para jugar a la contra, y esperando fogonazos individuales para cerrar el partido. Algún chispazo de Benzema pudo hacerlo, pero Bebé avisó con un remate al palo ante la pasividad blanca. Fue Falcao, suplente, con la zaga madridista extraordinariamente permisiva con los centros laterales del Rayo y con Alaba excesivamente poco contundente cuando un Tigre anda suelto, el que acertó. No había marcado nunca el cafetero en el Bernabéu y lo hizo para ponerle picante al encuentro. Y tras el gol, se marchó lesionado.

Ancelotti, en su línea de gestión habitual, no había hecho aún ni un solo cambio. El italiano parece dispuesto a quemar a los jugadores que alinea de inicio, en el partido que sea, porque hacer un cambio le cuesta más que acertar el Euromillones. El Bernabéu sacó el instrumental de viento a pasear, harto de que el equipo se desconecte, y Ancelotti al fin decidió agitar el manzano: metió a Lucas Vázquez y a Hazard, a éste último en la posición de falso nueve.

El partido acabó al revés de lo que se debía presuponer, con el Rayo acorralando al Madrid, totalmente apático e incapaz de controlar el juego, en su área. Kroos sacó bajo la línea un remate rayista y en la jugada de corrido Courtois tuvo que intervenir para impedir el empate, con el tiempo cumplido. El trece veces campeón de Europa, refugiado al bombardeo del Rayo en su área, rezando el Rosario, deseando el silbatazo final. Es el líder de LaLiga, sí, pero aquí siguen faltando demasiadas cosas.