Esta semana llega otra jornada de Champions y aún resuena en el ambiente la frase que dijo Florentino Pérez en la asamblea de compromisarios: «Además de ser el club más laureado de la historia del fútbol, ha participado desde su fundación en 1902 en todas las innovaciones necesarias a lo largo de los años. […] Fue el único club del mundo fundador de la FIFA en 1904 […] y fue el impulsor de la creación de la Copa de Europa». A algunos esto le puede sonar a una amenaza, pero nada más lejos de la realidad. Lo expresado por el presidente madridista es simplemente una constatación de la importancia del club blanco en el contexto del futbol internacional. Si nos ceñimos a nuestro Continente, en concreto a las competiciones continentales, el Real Madrid es el máximo dominador histórico. No solo por las trece Copas de Europa/Champions League, sino también por las dos Copas de la UEFA y las veinte finales disputadas en total entre las tres principales competiciones. Por no hablar de los títulos de la Supercopa de Europa y la Intercontinental, cuando esta última era organizada, en parte, por la UEFA. Sin embargo, no vamos a recordar los títulos ni las finales, si no que vamos a hablar de otro récord más que se suma a la leyenda del club. Esta semana, el Real Madrid visitará su ciudad numero 106 en partidos oficiales de Copa de Europa, Champions, Recopa, Copa de la UEFA y Supercopa. Un registro espectacular en el Real Madrid Fun Tour 1955-2021 (de momento).
El primero de la gira europea
Cercano al Lago Leman y al rio Ródano, en una zona residencial y tranquila de Ginebra, se encuentra a día de hoy el parque Gustave & Leonard Hentsch. Inaugurado en 2015, el parque fue donado a la ciudad por los descendientes de la familia Henstch en un intento de perpetuar el nombre de una estirpe de banqueros y empresarios que habían contribuido al desarrollo deportivo y económico de la ciudad. Originalmente en esos terrenos se encontraba el estadio de Charmilles, hasta que el Servette, equipo del que fue portero y capitán Gustave, lo abandonó para irse a un nuevo estadio. Finalmente derruido y sin vestigios de su uso original durante varias décadas, a excepción de una gran zona de césped, aquel fue el lugar en el que en septiembre de 1955 el Real Madrid hizo su debut continental. Aquella primera temporada se continuaría con visitas a grandes ciudades europeas. Belgrado, Milán y París fueron los destinos donde se forjó la victoria en la Primera Copa de Europa. El resto de la década el Real Madrid se ‘paseó’ por Europa logrando otros cuatro títulos más visitando Viena, Niza, Manchester, Amberes, Sevilla, Budapest, Bruselas, Estambúl, Zaragoza (para un desempate ante el Atlético de Madrid), Stuttgart, Esch-sur-Alzette, Barcelona y Glasgow, donde se escuchó la gran sinfonía en la victoria por 7-3. A partir de los 60 se empiezan a repetir ciudades, pero aun así se visitan nuevos destinos, tales como Odense, Torino, Lieja, Amsterdam, Bucarest, Zúrich, Praga, Lisboa, Rotterdam y Kilmarnock, antes de lograr la Sexta Copa de Europa en Heysel. El resto de la década será mas parca en novedades. Se visitarán Múnich, aunque curiosamente no contra el Bayern, y Copenhague. Como curiosidad hay que recordar que por sorteo habría que haber visitado Limassol y Nicosia, ambas en Chipre, pero un acuerdo entre el Real Madrid y los conjuntos chipriotas, con el aval de la UEFA, hizo que ambos partidos de las eliminatorias se disputaran en Madrid.
Los 70 y los 80.
Los años 70 traerán una novedad. El Real Madrid no acude por primera vez a la Copa de Europa y se tiene que conformar con jugar la Recopa. Allí visitará nuevos estadios y nuevas ciudades: La Valletta (jugando en un campo de tierra), Innsbruck, Cardiff, Eindhoven y El Pireo, donde disputaría la final de la Recopa, con partido de desempate incluido. La temporada siguiente se estrenaría en la Copa de la UEFA aunque con una corta participación, visitando unicamente Basilea y Bolduque (en neerlandés, Den Bosch). La vuelta a la Copa de Europa en la 72-73 se haría estrenándose en Reikiavik, Pitesti y Odessa. Cada vez las novedades son menos, pero aun así el resto de la década se presentaría en Ipswich, Derby, Düsseldorf, Mielec (jugando los últimos minutos sin apenas luz), Valencia y Málaga (estas dos ciudades debido al cierre del Bernabéu), Brujas, Differdange, Sofía, Oporto y Hamburgo. Es posible que hubieran sido más viajes, pero por primera vez en la historia, en concreto en la temporada 77-78, el club blanco no se clasificó para jugar en Europa. Con la década de los 80 llegaron las mágicas noches europeas. Las míticas remontadas. Aunque para ello se sufrían debacles en los partidos de ida. También en esta década hubo ausencia de títulos ligueros y por tanto apariciones en la Recopa y la UEFA. Todo aquello se traduce en pequeñas ciudades y grandes capitales europeas. En el horizonte aparecen nuevos destinos: Dublín, Tiflis, Tatabanya, Jena, Kaiserslautern, Baia Mare, Gotemburgo, Rijeka, Londres, Alba Regia (en magiar, Szekesfehervar), Atenas, Neuchatel, Berlín, Berna, Nápoles, Moss, Chorzów y Sarrebruck (Saarbrüken en alemán).
Los 90 y el Siglo XXI
En la última década del Siglo XX se empieza a acusar la falta de nuevos destinos, las visitas se repetían. Aun así, el jugar varios años la UEFA acerca al club a nuevas ciudades como Moscú, Bratislava, Utrecht, Olomuc y Timisoara. Nuevamente en la temporada 96-97 hay un parón provocado por una mala campaña que le deja fuera de los puestos de acceso a Europa. El retorno, mas allá de los Pirineos, le llevará por Trondheim, Leverkusen, Dortmund, Mónaco, Graz, Kiev, Molde y Leeds. Curiosamente el equipo de esta ultima ciudad, el Leeds United, había modificado el color de su indumentaria en la temporada 61-62 para vestir por completo de blanco, en parte por el simbolismo victorioso del Real Madrid.
El Siglo XXI se inauguró con una gran capital, Roma, y se continuó durante las dos primeras décadas viajando a Genk, Marsella, Cracovia, Lyon, Bremen, San Petersburgo, Minsk, Liverpool, Auxerre, Zagreb, Nicosia, Gelsenkirchen, Malmoe, Skopie, Tallín, Leópolis (Lviv en ucraniano), Wolfsburgo, Varsovia y Pilsen. En la década actual aparecen dos nuevas ciudades: Mönchengladbach (pese a que se había jugado dos veces contra el conjunto local, nunca había sido en su ciudad) y Bérgamo. El viaje de esta semana a Tiraspol la convertirá en la ciudad 106 en ser visitada por el club madridista. A priori podría no ser la última de la temporada, puesto que Lille y Red Bull Salzburgo tienen claras papeletas para superra la fase de grupos. Quién sabe si en los cruces podrían verse y hacer que el club blanco supere su propia marca….
Como punto final un recordatorio, alfabético, de todas las ciudades visitadas por el Real Madrid desde 1955:
Alba Regia, Amberes, Amsterdam, Arnhem, Atenas, Auxerre, Baia Mare, Barcelona, Basilea, Belgrado, Bergamo, Berlín, Berna, Bolduque, Bratislava, Bremen, Brujas, Bruselas, Bucarest, Budapest, Cardiff, Chorzow, Copenhague, Cracovia, Derby, Differdange, Dortmund, Dublin, Düsseldorf, Eindhoven, El Pireo, Esch-sur-Alzette, Estambul, Gelsenkirchen, Genk, Ginebra, Glasgow, Gotemburgo, Graz, Hamburgo, Innsbruck, Ipswich, Jena, Kaiserslautern, Kiev, Kilmarnock, La Valletta, Leeds, Leópolis, Leverkusen, Lieja, Lisboa, Liverpool, Londres, Lyon, Madrid, Málaga, Malmoe, Manchester, Marsella, Mielec, Milán, Minsk, Molde, Mónaco, Mönchengladbach, Moscú, Moss, Múnich, Nápoles, Neuchatel, Nicosia, Niza, Odense, Odessa, Olomuc, Oporto, París, Pilsen, Pitesti, Praga, Reikiavik, Rijeka, Roma, Rotterdam, Saarbrucken, San Petersburgo, Sevilla, Skopie, Sofía, Stuttgart, Tallín, Tatabanya, Tiflis, Timisoara, Tiraspol, Torino, Trondheim, Utrecht, Valencia, Varsovia, Viena, Wolfsburgo, Zagreb, Zaragoza y Zúrich. Ahí queda eso.