RM 4 – 0 ESP: El Madrid es campeón

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Y en la jornada 34, el Madrid ganó la 35. La 35ª Liga. A cuatro partidos del final, algo que no sucedía desde 1990. Los de Ancelotti derrotaron al Espanyol plagados de suplentes, con suficiencia, haciendo buena su superioridad en el torneo doméstico. Dos goles de Rodrygo, uno de Asensio, otro de Benzema, un partidazo de Ceballos, un récord histórico de Marcelo, Ancelotti cerrando su repóquer de títulos ligueros en los campeonatos Big Five… Todo es felicidad en un madridismo que mostrará su alegría desde ya, en Cibeles, con el Manchester City asomando el miércoles.

Que el día estaba para celebraciones se notaba en todo. En el día sobre Madrid, por fin con calorcito primaveral; con las rotaciones de Ancelotti; con el Juvenil A de Hernán Pérez ofreciendo al público la Copa del Rey de la categoría; con Rafa Nadal haciendo el saque de honor y Carlos Alcaraz en el palco… Incomprensiblemente el Madrid no exigió un dress code acorde al evento, aunque bien pensado mejor no dar ideas.

El partido se jugó a ritmo de pachanga de verano, pero no era para menos. Los dos equipos comenzaron el encuentro con la necesidad de encontrar un sólo punto en los cinco últimos encuentros ligueros para certificar matemáticamente sus objetivos. Es decir, que estaba hecho. Esa falta de tensión competitiva, un sábado a las 16:15 en el fin de semana del Puente de mayo y justo en la mitad de la eliminatoria de semifinales de Champions ante el Manchester City le permitió a Ancelotti rotar, en algunos casos (Militao, Alaba, Nacho, Mendy) por obligación, en otras por precaución (Kroos, Benzema, Carvajal, Vinicius).

Muchas caras nuevas, pero el Madrid jugó a un nivel aceptable ante un Espanyol que dio muchas facilidades al ser excesivamente desordenado en sus transiciones, sobre todo defensivas. En ese escenario hay un jugador que es diferencial por encima de todos a estas alturas de su carrera: Marcelo. El mismo que ha conseguido convertirse con esta Liga en el jugador más laureado de la historia de un club legendario, superando a Paco Gento. el partido estaba entretenido, con Mariano percutiendo por todos lados aunque sin tino.

Pero Marcelo cogió su fusil, acabó por encontrar a Rodrygo y el brasileño, en un estado de forma fabuloso, comenzó a ordenar labrar al orfebre el nombre del Real Madrid en el trofeo del campeón. Cuando todos los focos apuntan a Vinicius, el otro brasileño que llegó un año después y de puntillas ha comenzado a deslumbrar ahora. Un brasileño que parece una pieza de una fábrica de relojes suiza, porque quizás sea el brasileño menos brasileño de la historia. Con precisión de cirujano en el remate, cada vez más inteligente en sus movimientos, el jugar por la izquierda le sienta excepcionalmente. Así que tuvo como recompensa hacer el 2-0 apenas nueve minutos después del primero. El título estaba encarrilado.

Con Rodrygo desencadenado, era obligatorio que despertara su álter ego por el otro costado, Marco Asensio. Un futbolista a quien también se le tacha de demasiado frío, pero que atesora una calidad alcance de unos pocos elegidos a la hora de definir en la puesta contraria. El balear, en el minuto 55 y tras una vertiginosa contra conducida por Camavinga, clavó un golazo para poner el 3-0 y obligar al 112 a desplegar a la Policía Municipal por Alcalá, Castellana y La Cibeles.

El partido estaba tan rematadamente terminado que Ancelotti se permitió el lujo de dar entrada a Kroos y Benzema, porque ya juego era al trantrán. También entró Isco, afeitado y aseado, como siempre tuvo que ser. Y Carletto aprovechó para probar a Camavinga de central, haciendo pareja con Vallejo. Y mientras tanto, Ceballos crecía y crecía en el partido, dejando detalles memorables: caños, conducciones, intercepciones, visión de juego. No parece que el utrerano vaya a tener mucho más recorrido en el club, pero ahí hay futbolista y sólo su complicada adaptación inicial ha frustrado lo que podría haber sido un excelente matrimonio.

Jugaron también Vinicius, que le hizo el rodaje al cohete de cara al miércoles, y también Mario Gila, el estupendo central del Castilla, que debutaba a sus 21 años debutó en partido oficial con el primer equipo. Y el partido, LaLiga, el título, se cerró con lo que ha sido el campeonato para el equipo de Ancelotti: centro de Vinicius, gol de Benzema. El Madrid se embolsó la 35ª Liga de su historia, 90 años después de la Primera. Enhorabuena al campeón.