RM 1 – 0 GET: Asensio adecenta un trámite

0
-publicidad-

Un gol de Asensio, en disparo desde fuera del área y con un rebote, decidió el duelo que nadie quería jugar entre el Real Madrid y el Getafe, porque ambos equipos tienen sus objetivos y sus fuerzas enfocadas en otras cuestiones. Salió un partido denso, como un salmorejo de esos que se pegan a la cuchara y no hay forma de que se desparrame sobre el plato, y Ancelotti, que alineó a muchos suplentes, tuvo que tirar de titularísimos para ganar el partido. Y lo logró, aunque se llevó el susto de que Camavinga se tuvo que retirar del campo con molestias en una rodilla, tras llevarse un bocadillo.

Estaba previsto desde que terminó el partido de ida de semifinales de Champions con el City que el encuentro entre Real Madrid y Getafe fuera exactamente lo que se vio sobre el césped del Bernabéu. Los locales, con un once inédito plagado de suplentes pensando en el viaje a Manchester del miércoles y por tanto, con la mente en otro lado. Los visitantes, con una tela de araña made in Bordalás para tratar de amarrar un punto en su pelea por evitar el descenso, pero con la mente puesta en otros partidos más asequibles.

Lo que nadie podía esperarse es que esa previsión rozara el paroxismo: los de Ancelotti, con Mendy y Hazard en el once entre otra variaciones, fueron incapaces de controlar el juego con sentido ofensivo. Sí, tenían el balón. Sí, el Getafe corría mayoritariamente tratando de arrebatárselo. Pero es que no creaba peligro ni a la de tres. Un solo remate entre los tres palos en todo el primer tiempo, por parte del club blanco, fue todo el bagaje ofensivo de un encuentro en el que Bordalás colocó a Djené de medio centro para controlar el tráfico y logró su objetivo: no se jugaba a nada.

Hazard estaba desaparecido. Mendy cometió un par de despistes de esos tan suyos en defensa, pero el Getafe estaba más a pescar por no encajar que a intentar asustar a un Courtois que tuvo que emplearse a fondo en un zapatazo de Juan Iglesias en un error en la salida del propio portero belga. Pero eso era ya la segunda parte, con Kroos, Modric, Vinicius y Mariano sobre el campo, porque Ancelotti tuvo que tirar de titulares para salir del sopor que provocaba el partido.

Y funcionó, porque el Madrid fue otro. De nuevo, ocasión perdida de eso que llaman Unidad B y que no arranca aunque ya estemos en mayo y esto se acabe. Con Vini, la banda izquierda del Madrid fue una autopista. Con Kroos y Modric, el juego cobró sentido. Y en una de esas, Asensio enganchó un balón fuera del área para disparar y marcar. De rebote, pero el partido se rompía.

El Getafe tuvo que estirarse justo cuando había hecho tres cambios defensivos, y la cosa se puso de ida y vuelta, lo que al menos resultaba entretenido. Un fuera de juego dejó sin gol a Vini, Asensio se encontró con un paradón de David Soria para evitar el segundo. El partido se jugaba ya solo hacia la portería getafense, y los azulones se dejaron ir. Su pelea está en otras cosas. Como las del Madrid: en Manchester el miércoles, sin ir más lejos.