JUVA 2 – 1 LP: El Juvenil de Arbeloa tiene a tiro el triplete

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Le costó y mucho, porque Las Palmas es un equipazo sensacional. Pero el Juvenil A del Real Madrid, esa generación 2004 que siempre ha sido la joya de la cantera de La Fábrica, tiene a tiro cosechar el triplete nacional. Derrotó al equipo amarillo en Las Rozas 2-1, con goles de Nico Paz y César Palacios, y jugará el sábado la final de la Copa de Campeones, tras haber ganado su Liga de División de Honor y la Copa del Rey. Sí, estos del 2004 son buenos. Muy buenos.

El primer tiempo fue todo lo contrario a lo que se podía esperar entre un duelo entre los dos equipos más goleadores de la División de Honor Juvenil. 118 goles en 30 partidos marcaron los de Arbeloa en el Grupo V, 112 los de Raúl Martín en el VI. Pero el primer tiempo salió bastante comedido, sobre todo porque el vendaval reinante en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas impedía que los desplazamientos largos fueran precisos.

Las Palmas sorprendió de inicio a los chicos de Arbeloa, presionando arriba, consiguiendo desconectar a Manuel Ángel de la circulación salvo en posiciones muy retrasadas y evitando así que el engranaje ofensivo del Juvenil A blanco, algo así como una muerte por aplastamiento por la cantidad de jugadore que acumula en posiciones ofensiva, funcionara. Salvo Gonzalo, muy incisivo gracias a su potencia, el resto del equipo andaba bastante desconectado, sin encontrar el ritmo salvo en acciones esporádicas, tal vez por la prórroga de este fin de semana ante el Atlético.

Amenazaba de inicio más Las Palmas, con el zurdo Antonio buscando las cosquillas a la espalda de los laterales blancos. Pero en cuanto Manu Serrano y Jacobo Ramón ataron en corto esos espacios, el cuadro blanco comenzó a dominar, aunque tampoco con mucha claridad. Alguna arrancada de César Palacios, llegadas por los costados de David Jiménez y Yusi… El fenomenal portero canario, Álvaro Killane, desbarató las pocas ocasiones blancas.

Pero todo cambió en el arranque del segundo tiempo. Un pase largo de Gonzalo García hacia Nico Paz no fue interceptado por la zaga amarilla y el hispano-argentino, con la derecha, no perdonó. Era el 1-0 y Las Palmas, un equipo que toda la temporada se caracterizó por ser ultraofensivo, tenía que ir al ataque. Y así fue. El entrenador hizo dos cambios ofensivos y Omar, nada más entrar y tras una serie de rebotes en los que Jacobo estuvo poco contundente, igualó la contienda.

Arbeloa decidió entonces retirar a Mesonero, muy gris, para dar entrada a Edgar, lo que permitió a Manuel Ángel adelantar su posición. Era un intento para conseguir que el sevillano, motor del equipo, estuviera más en contacto con el balón cerca del área rival. Pero la realidad es que el equipo no carburaba. Las Palmas comenzó a rondar las inmediaciones del área de Piñeiro, con un incisivo Johan Guedes, y dispuso de dos ocasiones de cabeza para haberse adelantado en el marcador.

Y cuando peor pintaban las cosas, apareció Mami. Manuel Ángel. Ese sevillano menudito que tiene el corazón más grande el motor del Titanic. Recogió un balón aparentemente sin peligro en el área amarilla y descerrajó un pase aéreo para que César Palacios gritara que Soria también existe, a la cazuela el remate que suponía el 2-1. El Juvenil A de Arbeloa está a tiro de lograr el triplete nacional (División de Honor, Copa del Rey y Copa de Campeones) que sólo logró Guti como técnico juvenil madridista. Para eso, deberá derrotar al Betis en la final del sábado.