Ha sido una indigestión de realidad. Dura y sangrante. Casillas no tiene tanto mercado como podía presuponer porque al evidente declive de sus facultades, su edad (34 años) y su elevadísima ficha (7,5 millones de euros netos la próxima temporada, 7 en la siguiente) hay que unir que el serial de su enfrentamiento con cuerpo técnico, directiva y parte de la afición del Bernabéu ha sido retransmitido puntulamente a nivel mundial. Aquella portada del "presidente, o Mourinho o nosotros" pudo servirle a Casillas para sacudirse de encima a un entrenador al que estaba completamete enfrentado, pero también para que en las secretarías técnicas de todos los clubes del mundo supieran que Casillas es capaz de hacer descarrilar un proyecto si alguien le toca las yemas.
Cutropía (ayudado por Bahía, la empresa de representación de Petón, debido a las dificultades del primero para tener llegada a clubes top continentales) ha ido ofreciendo la mercancía por todas las grandes Ligas. Y sólo se ha encontrado una respuesta: "No interesa". Aquellos que sí podrían estar interesados huyeron espantados al tener conocimiento de las exigencias salariales del jugador. El PSG, por ejemplo, busca recambio para Sirigu, pero descartó a Cech por su astronómico sueldo de 7 kilos al año. Sin embargo, Cech sí ha encontrado acomodo en el Arsenal, una puerta que Casillas intentó abrir a toda costa, pero que no logró forzar por la negativa de Wenger. El portero checo cobrará en el Emirates 7,3 millones anuales en los gunners, que han pagado 15 millones de euros de traspaso. Que no vaya al Arsenal por un tema salarial es algo que con esos datos cae por su propio peso.
El resto de salidas deseadas por Casillas también han permanecido cerradas. Iker ve cómo sólo se entreabren, y con condiciones, las de equipos de segundo nivel, de esos que si ganan la Copa de su país habrán hecho una temporada magnífica, sin más pretensiones. La Roma parece dispuesta a asumir hasta 3 millones del salario de Casillas, debiendo poner el resto hasta completar los 7,5 el Real Madrid. Lo mismo sucede con equipos turcos y norteamericanos que sí se han interesado por su situación.
Así las cosas, Iker comienza a recular. Ni siquiera la amenaza de pasar la temporada en la grada le asusta, porque sabe que si sale del Madrid será para ir a un equipo de segundo nivel y eso le apartará también de la portería de la Selección de cara a la Euro 2016, el mismo escenario que se encontraría de blanco. Así que a grandes males, grandes remedios: que Casillas continúe en el equipo blanco comienza a ser más que una posibilidad para ir convirtiéndose a cada hora que pasa en una certeza. Queda justo una semana para que comience la pretemporada y Casillas, el Real Madrid y todo el madridismo salgan de dudas.