Exhibición absoluta del filial que sigue persiguiendo de manera feroz su objetivo del liderato. El partido no comenzó nada bien para los blancos, Carlos Abad cometió un error clamoroso en una salida y Urbis anotó a placer. El error del tinerfeño fue la mayor muestra de que como todos es humano. A pesar del excelso nivel mostrado durante toda la campaña, terminó fallando. Queda saber si la situación fue un error o simplemente si Carlos quería demostrar que no era una máquina antes de que un cazarrecompensas decidiera realizar sobre él la prueba del Voight-Kampff.
Al margen de ese error el partido fue dominado totalmente por los blancos. A la media hora del encuentro el Castilla ya había dado la vuelta al encuentro con dos goles del ariete de Parla. El primero culminando una jugada maravillosa del noruego Odegaard y el segundo tras un centro de José Carlos Lazo. Además, la situación se puso mejor imposible cuando al filo del descanso el colegiado consideraba que Ibai trataba de simular un penalti y le sacaba la segunda cartulina amarilla. Aleix Febas también jugó durante el primer tiempo tras retirarse Javi Muñoz lesionado en el minuto 18.
En el segundo tiempo se notó muchísimo la superioridad numérica y los locales apenas crearon peligro. Y las pocas veces que lo hizo supo Abad redimirse. Odegaard siguió maravillando a la grada y Lucas Torró hizo durante media hora dupla con Marcos Llorente permitiendo dar mucho equilibrio al juego de los Cachorros de Valdebebas. Aleix Febas también quiso sumarse a la fiesta y en los diez últimos minutos anotó dos goles prácticamente consecutivos que terminaron de matar el partido y permitiendo al equipo de Luis Miguel Ramis volver a ganar. Hasta el momento no ha hecho otra cosa distinta.