El día que Puskas quiso ‘fichar’ a la afición del Celtic

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Esta semana, con motivo del inicio de una edición de la Champions, visitamos Glasgow ciudad de grandes recuerdos y alegrías para el madridismo. Lo hacemos para enfrentarnos a uno de los dos grandes equipos de la ciudad, el Celtic, al cual solo nos enfrentamos una única vez en competición oficial. En marzo de 1980 ambos equipos se vieron en los cuartos de final de la Copa de Europa. En el Celtic Park, ante una afición enfervorizada, los escoceses salieron victoriosos por 2-0, algo que fue remontado por los madridistas con un 3-0 en la vuelta disputada en el Bernabéu. Sin embargo hoy no vamos a recordar aquella eliminatoria, sino que vamos a irnos mas atrás en el tiempo para rescatar la primera visita al Celtic Park, un encuentro en el que la pasión de los hinchas locales provocó que Ferenc Puskas señalara que le gustaría ‘fichar’ ese apoyo para el Santiago Bernabéu.

El inicio de la temporada 1962-63 fue un tanto anómalo. La Liga tenia previsto su inicio para la segunda quincena de agosto, pero antes tenían que celebrarse el desempate de la final de la Recopa y la final a doble partido de la Copa de Ferias, ambas correspondientes a la temporada anterior. Algo que hoy seria imposible e ilógico, pero que por aquel entonces no llamaba mucho la atención. Ademas de eso, la Copa de Europa también se iniciaba a primeros de mes, con el Real Madrid recibiendo el Anderlecht en la primera ronda.

Las entradas contra el Celtic y el Arsenal.

Aquel partido acabó siendo importante para la historia del club, por cuanto debutaron en él dos históricos de la entidad: Ignacio Zoco y Amancio Amaro. En su partido numero 50 en la competición, los blancos solo sacaron un empate (3-3) que dejaba todo abierto para la vuelta. Con 11 días por delante hasta el debut liguero en Sevilla, el club aprovechó para hacer caja y jugar varios amistosos. También habitual en aquellos años era que se enviara a ciudades pequeñas de provincia a un equipo madridista compuesto de jugadores reservas, veteranos y amateurs. Todo ello al mismo tiempo que el equipo titular hacia lo propio. Con esos mimbres el Real Madrid jugó cinco partidos en seis días.

Programas ante el Celtic y Arsenal

Entrenados por un hombre de la casa, Pedro Eguiluz, el club disputó una mini gira de tres partidos por Galicia. Con un compendio de ilustres veteranos (Marquitos), reservas (Pepillo, Vidal o Isidro) y jóvenes promesas (Velázquez), se visito al Orense, con (3-3), al Celta (derrota por 4-0), y al Pontevedra (derrota por 3-0). Aunque los resultados no eran buenos, las ganas de los aficionados de ver al Madrid en ciertas zonas de España se calmaban, y el club aprovechaba para sacar un dinero, que siempre venía bien, y probaba a los diversos jugadores en partido real. Mientras los suplentes hacían esto, los titulares se embarcaban en un avión rumbo a las Islas Británicas el 8 de septiembre. Allí les esperaba un doble enfrentamiento ante el Celtic y el Arsenal.

Con Miguel Muñoz al mando, acompañado de los directivos Muñoz Lusarreta y Alejandro Bermudez, fueron 16 los jugadores que hicieron el viaje: Araquistain, Vicente, Casado, Felo, Santamaría, Miera, Muller, Zoco, Pachín, Bueno, Amancio, Yanko, Félix Ruiz, Di Stéfano, Puskas y Gento. A Glasgow llegó el Madrid para jugar un encuentro benéfico organizado por Max Benjamin, un empresario local, en medio de una gran expectación. El Celtic Park se llenó para recibir a un Real Madrid que no defraudó.

Ante un equipo joven, los blancos deleitaron con un buen juego y una victoria por 1-3 (Puskas, Amancio y Gento) que agradó  sobremanera a los aficionados escoceses. Estos hicieron dar la vuelta al campo a sus propios jugadores, agradecidos por el empeño demostrado, quienes a su vez hicieron un pasillo de honor aplaudiendo a los jugadores blancos cuando se fueron a los vestuarios. La afición no se contentó con eso, sino que varios cientos de aficionados se fueron al hotel que hospedaba a los madridistas para aplaudirles y darles gracias por el encuentro celebrado.

El impacto por la pasión y deportividad de la afición del Celtic fue mayúsculo entre la expedición blanca. Ferenc Puskas, en una entrevista concedida a la Prensa local, no tuvo reparos en señalar que «ese apoyo al Celtic me sorprendió. Nunca, en ningún lugar del mundo, he visto tanto entusiasmo ni he oído tanto aliento. Me gustaría poder llevarlos de vuelta para apoyar a mi club en nuestro estadio, en España».

De Glasgow se viajo a Londres, con la baja de un Manolín Bueno que retornó lesionado a Madrid, para enfrentarse al Arsenal. Antes, en la previa, los jugadores aprovecharon para asistir en directo al Tottenham – Wolverhampton. En Highbury el Real Madrid, ante otro estadio lleno, cuajó otro gran partido con una goleada por 0-4 con doblete de Gento y goles de Puskas y Yanko. El público quedó entusiasmado y los madridistas volvieron a la capital dejando una grata impresión en las Islas. El paso por la capital fue breve, por cuanto en menos de 12 horas tuvieron que salir destino a Sevilla para comenzar el campeonato liguero. Los amistosos no hicieron mella en los blancos ya que comenzaron la liga con una goleada en el Villamarín por 2-5 con un triplete de Puskas. Preludio de otra liga exitosa para los blancos, pero que eso es historia para otro día.

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Con mi Insignia de Plata en un lugar privilegiado e intentando llegar a la de Oro, nada se puede comparar a la 7ª cuando uno ha sufrido todas las decepciones europeas de la segunda mitad de los 80. Abuelo, lo que hubieras disfrutado con los 11 de blanco, ya tenemos el doble de Copas de Europa desde que te fuiste y aquí seguimos, disfrutando y recordando a todos aquellos que de una u otra manera han hecho posible que seamos lo que somos.