«Asensio va a ser nuestro Messi». El golazo, pura calidad y sangre fría, del mallorquín en el Fussball Arena ante el Bayern no han disparado la euforia alrededor del dorsal 20 del Real Madrid, porque ya llevaba disparada más de un año, pero sí que ratifican las sensaciones en los despachos del Bernabéu. Asensio, el chaval que costó 3,5 millones de euros (mientras el Barça no quiso pagar 4), sigue reivindicándose día a día. «Nuestro Messi», dicen en la medio deshabitada T4 del Bernabéu que será algún día este chaval de 22 años recién cumplidos, de sangre española y holandesa.
Mientras Cristiano Ronaldo decide cuándo terminará su historia de blanco, algo que no sucederá al menos hasta 2021, el Real Madrid tiene claro que su mejor compañero de diabluras será Asensio, pese a lo extraordinariamente mal que lo pasó en los primeros meses del curso pasado, en la campaña 2016-2017, cuando hasta llegó a pedirle al club que le dejara marchar en el mercado invernal porque no contaba para Zidane. Pero justo tras los turrones llegó aquel invento del Plan A y el Plan B, y Asensio empezó a jugar cada vez más, a romperla con sus prestaciones, a marcar goles para la videoteca y a ser decisivo. Y aunque no jugaba todo, ya sí jugaba cosas. Y poco a poco, además, le fue llegando el turno en partidos importantes.
Jelou pipol…gol de Asensio desde la FOX que es donde uno piratea los partidos…"van los pibes, van"https://t.co/KA0hi4elVP#BayernRealMadrid
— LA ERA CRISTIANO (@LAERACRISTIANO) April 26, 2018
Hoy Asensio sigue sin ser titular en el Real Madrid, dieciséis meses después, pero ya no es un jugador residual, sino uno que ha sabido, como Lucas Vázquez, aguardar su momento para derribar la puerta a base de fútbol, aunque aún le falta encontrar motivación en partidos menos importantes para así rendir al mismo nivel que cuando todos los focos están sobre él, momento en el que se crece. Es Marco Asensio Willemsen y según los que saben de esto «va ser nuestro Messi» en un futuro que ya está aquí.