SEV – RM: El día del espectador

Zidane convoca a tres jugadores del Castilla y deja a casi todos los titulares en Madrid. Habrá rotaciones masivas y sólo Sergio Ramos, que vuelve a casa, apunta a titular. Caparrós planteará un partido bravo

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Conviene no engañarse. Hoy es miécoles, tradicional día del espectador en las salas de cine españolas, y precisametne eso, el día del espectador, es lo que ofrecerá el Real Madrid en el Ramón Sánchez Pizjuán: una suerte de entrenamiento con público y con cámaras de televisión. Los de Zidane se miden al Sevilla (21:30, Movistar Partidazo) en un encuentro con menos gancho mediático que el próximo concierto de Paco Porras: los madridistas tienen ya la cabeza en Kiev (no sólo el equipo, en los despachos y en la afición pasa exactamente lo mismo) y todo lo que suceda entre hoy y el 26 de mayo con sus chicos de la pelota pequeña sólo se basa en un pensamiento: que no se lesione nadie.

Zidane, claro, hará rotaciones masivas pensando ya en Ucrania y en sortear los tres partidos que acaben para que termine la Liga antes de esa finalísima. Tres chicos del Castilla (dos chicos para todo como Tejero y Luismi Quezada y el metrónomo clavafaltas de Óscar Rodríguez) han viajado en la expedición de 18 y, salvo Sergio Ramos, el resto de titulares apuntan a que serán del llamado Equipo B, aunque Lucas Vázquez y Asensio son mucho más A que B a estas alturas de película.

El partido será complicado. Mucho. Porque Caparrós, nuevo entrenador sevillista, planteará un partido de los que acostumbra, en los que conquistar cada brizna de hierba sea como tomar el control de una manzana en Mosul, una guerra en cada esquina y mucha gente sobreexcitada intentanto tapar una temporada nefasta con una victoria ante el más odiado, que siempre es el Madrid. Así que el Sevilla irá a morir, aún pelea por la séptima plaza liguera que le abriría las puertas de Europa, mientras que el Madrid tiene sueños más importantes con los que desvelarse antes que dejarse la vida por Nervión.

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Yo vi jugar a Del Bosque, así que llevo unos cuantos años yendo al Bernabéu. Socio desde 1986, mis recuerdos van ligados al Madrid del Di Stéfano entrenador, el de los cinco subcampeonatos, que me forjó en madridismo ante los malos tiempos, y al de la Quinta del Buitre, la poesía y las pelotas hechas fútbol. Desde 1996 dando la barrila en esto del periodismo deportivo, aunque hace años que es mi hobbie y no mi profesión.