CEL 1 – 3 RM: Benzema visita a las meigas

Un gol de Karim, otro forzado en propia meta y un larguero del francés catapultan al Madrid en Balaídos. Ramos, de penalti, y Ceballos redondean la goleada. Casemiro, Regui y Nacho, lesionados

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Son las cosas de Karim. El delantero francés es tan especial que no tiene que esperar que le encuentren las meigas, sino que aprovecha de vez en cuando sus visitas a Galicia para ir él mismo y demostrar todo lo que lleva dentro, eso que sólo muestra con cuentagotas. Un gol, otro en propia meta forzado, un larguero y unas cuantas cinturas rotas. Con eso, con un gol de penalti de Ramos y con un gran gol de Ceballos, en un partido sosísimo, el Madrid ganó en Balaidos (2-4) y prosigue su escalada solariana, a quien ahora mismo parece imposible mover del banquillo porque los resultados acompañan.

Benzema es como es. Capaz de fallar el gol más fácil del mundo y de vez en cuando, en esos días que le da la gana, se sacude las solapas, se saca la chistera, la agita un poco y suelta dos trucos de magia al alcance de muy pocos. Como además las meigas habitan en Galicia, por ahí la cosa se le aclara. Karim, si lo recuerdan, marcó en Riazor aquel gol que le facilitó Guti con «el gol de Dios». Lo bello fue el taconazo del 14, pero el gol lo acabó marcando él. Ante el Celta, dos jugadas exquisitas favorecieron su gol y otro que se metió en propia meta Cabral. Todo ello con un Madrid que jugó igual de soso que siempre, con los mismos errores defensivos de toda la campaña, pero con contundencia arriba. Si Karim funciona, claro, todo es más fácil.

El Celta, además, ayudó lo suyo, porque es muy poquita cosa. Un delantero guerrillero como Iago Aspas, otro fortachón como Maxi y un jugador que apuntaba altísimo y se ha quedado en posturitas, Brais Méndes. El resto es bastante ramplón, y lo demostró planteando un partido en el que sacudió algunas patadas haciendo patente su inferioridad. Una de ellas lesionó a Casemiro, que tuvo que salir del campo muy pronto, pero es que más allá de los dos goles encajados y los cuatro marcados, el partido casi se puede narrar como un parte de guerra: tres cambios en el Madrid por lesión (el ya mencionado Casemiro, Reguilón y Nacho) y dos tocados que acabaron cojeando (Odriozola y Bale). Bonito homenaje al aniversario del armisticio de la I Guerra Mundial.

Los chispazos de Benzema, un par de buenas manos de Courtois cuando el partido no estaba decidido, un penalti marcado por Ramos y un golazo de Ceballos taparon las carencias del Madrid, que encajó dos goles de un rival tan plano como el Celta. Al menos, Solari ha conseguido potenciar lo que da puntos, marcar goles. Ahora tocará intentar evitar que le marquen tanto al equipo. Con tiempo. Veremos si se lo dan.