HUE 0 – 1 RM: El Madrid huele a Champions

Bale resuelve otro pésimo partido de los de Solari. Courtois, decisivo. Carvajal evitó en el alargue el gol oscense bajo palos. El Madrid recupera la cuarta posición en la tabla clasificatoria

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Ya es cuarto, lo cual no es poco. El Real Madrid, plomizo, tristón y acogotado en su área al final, ganó en El Alcoraz (0-1) al Huesca con un gol de Bale, el primero en Liga en 99 días, y, atado al galés y a las paradas de Courtois, prosigue su escalada en la clasificación liguera. Ya está en puestos Champions tras abandonarlos en la séptima jornada, un aroma que a los blancos les sienta fenomenal. No fue un buen partido de los de Solari, ni mucho menos, pero los tres puntos se vienen al Bernabéu.

El partido del Madrid fue de los que acostumbra en Liga, salvo excepciones: un tostón. Con lo mínimo, corriendo lo justito y jugando un poquito menos, a ver qué sale. Salió victoria, claro, pero pudo haber salido cualquier otra cosa, en esta suerte de ruleta rusa que supone cada encuentro de los blancos en competición doméstica. Ante el Huesca, el Madrid empezó tibio pero aprovechó la primera que tuvo, en el minuto ocho: un sensacional control orientado de Llorente acompañado de un gran pase al hueco a Odriozola, un medio y tenso centro de éste al segundo palo y volea de izquierda de Bale, que lució guantes de esquí a juego con los Pirineos. Coser y cantar, parecía. Pero no, claro. Que en Liga eso no toca casi nunca.

El Madrid siguió a lo suyo, que era poco. Los tres jugadores que precisamente intervinieron en la jugada del gol muy enchufados y el resto, a cumplir el expediente. Bueno, el resto no. Todos menos Courtois. El belga tuvo varias acciones puntuales salvadoras para los blancos, con tres paradas de mérito en tres de las cinco jugadas de peligro de los locales en todo el partido. Dos paradones del belga, un cabezazo de Melero con todo a favor que se fue fuera por centímetros y un disparo oscense en el alargue que sacó Carvajal milagrosamente bajo palos.

Tampoco fue mucho mejor el Madrid. Llorente no tuvo demasiado apoyo en Ceballos y Modric, muy tibios y grises, y Bale tampoco lo obtuvo de un Benzema que tuvo uno de esos días tan suyos. Lucas demasiado hacía con correr como un gamo para tapar los agujeros que Odriozola, sensacional en ataque, deja siempre en defensa. Por eso el gallego juega siempre y por eso se ha hecho indispensable, pese a sus limitaciones.

Si el primer tiempo del Madrid fue malo, el segundo fue aún peor. Pero el madridismo ya está acostumbrado a acabar todos los fines de semana con un cabreo considerable con su equipo, el arameo ya no sólo sirve para jurar. Por lo menos, por quitarse la pelusa de encima, algunos dirán que los de Solari ya ganan a equipos vestido de azulgrana. Pero lo que importa, visto lo visto, es lo mismo con lo que empezaba esta crónica: el Madrid es cuarto y duerme en puestos Champions. Ahora lo que hay que hacer es defender esa plaza con uñas y dientes, porque conviene no engañarse: no será fácil lograrlo jugando así.

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Yo vi jugar a Del Bosque, así que llevo unos cuantos años yendo al Bernabéu. Socio desde 1986, mis recuerdos van ligados al Madrid del Di Stéfano entrenador, el de los cinco subcampeonatos, que me forjó en madridismo ante los malos tiempos, y al de la Quinta del Buitre, la poesía y las pelotas hechas fútbol. Desde 1996 dando la barrila en esto del periodismo deportivo, aunque hace años que es mi hobbie y no mi profesión.