VAD 1 – 4 RM: Benzema contra la depresión

0
-publicidad-

Benzema contra la depresión, que tiene mandanga. El Real Madrid sacó tres puntos de su visita a Valladolid (1-4) gracias a dos goles de su delantero francés, a otro de su compatriota Raphael Varane y a un golazo de Modric en un encuentro en el que los blancos aprovecharon todo lo que tuvieron y a los blanquivioletas sólo les faltó quedarse embarazados. Porque los de Solari volvieron a dar una imagen pésima durante un buen tramo del partido y sólo mostraron parte de lo que son cuando el marcador ya estaba decidido, .

El Valladolid, sí, tuvo un arranque de partido en el que desmadejó al Real Madrid en unos primeros treinta primeros minutos en los que supo aprovechar la vergonzante indolencia madridista. Un penalti marrado, dos goles que no lo fueron por el VAR (ambos bien anulados), los blancos con el modo pollo sin cabeza de estos últimos partidos aunque ya no corrían, sino que trotaban… El partido pintaba espantosamente mal para los de Concha Espina, mientras los de Sergio se lo creían. Vaya si se lo creían. Las facilidades que daba el deprimido y deprimente Real Madrid eran escandalosas.

Abrió el marcador el Valladolid, claro, con un gol del ceutí Anuar aprovechando las tremendas facilidades defensivas de los blancos. Pero el Madrid, que naufragaba en todos los sectores del campo, empató gracias a un gol de Varane tras un error horripilante de Masip en un despeje aéreo, en el que no tocó balón permitiendo el remate sencillo del espigado defensa francés.

Ese tanto sumergió en una profunda depresión al Valladolid, que como suele suceder con esos equipos que flirtean con la zona de descenso, se desmoronan mentalmente a la primera adversidad. Con el Madrid en el diván del psicoanalista y los pucelanos con un embudo en la cabeza, el que reinó a partir de entonces fue Benzema, el que mejor supo leer lo que pasaba en el césped. Dos goles, uno de penalti y otro de cabeza, en las dos siguientes ocasiones madridistas en el partido, porque no hubo mucho que rascar: Ceballos pasó inadvertido, Kroos estuvo indolente, Modric en su tono gris plomizo habitual, Asensio apenas dejó dos detalles… El Valladolid intentó recuperarse y estrelló un balón en el palo con 1-3 y Casemiro redondeó otro partido sin encontrar su sitio siendo expulsado por doble amarilla. Todo, salvo el golazo que marcó Modric casi al final en una fantástica combinación con Karim, fue igual de triste, gris y plomizo que últimamente, el ecosistema ideal del reino de Benzema.