No termina de arrancar el Castilla de Raúl, que sigue sin ganar fuera de casa tras empatar (0-0) en su desplazamiento a Gran Canaria, donde le esperaba Las Palmas B del viejo conocido Toni Segura, ahora bajo el nombre de Toni Robaina. Pero el primer filial blanco continúa atascado, sin encontrar la manera de llegar a campo contrario y con evidentes problemas para salir con soltura de la presión alta de los adversarios, como volvió a quedar de manifiesto en las Islas Afortunadas. Una victoria en cinco partidos, los playoffs de ascenso pueden ser una quimera desde septiembre. Este equipo no carbura.
Volvía Pedro al once inicial una vez recuperado de su lesión ante el Santa Eulalia, y con su envergadura se convirtió en la mejor fórmula para evitar la presión amarilla en el campo. Los de Juan Manuel Rodríguez achuchaban arriba, pero el sevillano era capaz de bajar, distribuir a los compañeros que llegaban en segunda línea y forzaba varias faltas. Marvin y Fran, de nuevo carrilero, encontraban espacio por la banda pero… pero faltaba algo. Fidalgo no conseguía filtrar pases con peligro y, aunque Belman no sufría, el Castilla no creaba peligro.
El parón para refrescarse del primer tiempo le sentó muy mal al Castilla. El filial amarillo comenzó a achuchar la portería de los Cachorros, fundamentalmente a balón parado, y Lepe y Juan controlaron mejor a Pedro y el equipo comenzó a echar de menos la presencia de Baeza, que no fue titular tras jugar tanto la pasada jornada de Segunda B como la Youth League el miércoles.
Baeza apareció en el segundo tiempo, cuando Álex Domínguez ya había sido capaz de desbaratar a mejor ocasión hasta ese momento de los de Raúl, tras un disparo de Javi Hernández. Pero el partido seguía siendo demasiado plano, más aún por los cambios del filial amarillo tras el descanso, blindado el centro del campo del equipo. El Castilla anda corto de creatividad, en parte por la bisoñez de sus jugadores más talentosos, y tampoco tiene demasiado gol, así que el partido se encaminaba a unas tablas irremediables.
La entrada de Latasa en el tramo final pudo ayudar al Castilla a hacerse con el partido, pero las dos ocasiones de las que dispuso el madrileño fueron desbaratadas entre el portero y la defensa, la segunda por Dani Martín en el alargue cuando ya se cantaba el gol. Pero no, no hubo gol. El Castilla sigue sin ganar fuera de casa, sólo lleva seis puntos de quince disputados y las posiciones de descenso comienzan a acechar al equipo. Toca apretar los dientes, también en Segunda B.
