MAL 1 – 0 RM: Empanados en Mallorca

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La hasta ahora última vez que el Madrid perdió en Mallorca, Florentino Pérez, en 2006 presidente madridista, se tiró en marcha de la furgoneta para que se empotrara otro con ella. Pero esa es ya la penúltima vez. La furgoneta, que arrancó, ganó muchísimas cosas, se convirtió incluso en Fórmula 1 con aquella sensacional final de Cardiff y comenzó a carraspear, decidió ayer solar una intensa humareda blanca en Son Moix y depositar allí su primera derrota liguera, 1-0 ante el Mallorc. Un gol de Lago Junior nada más comenzar el encuentro, otra vez el Madrid empanado (o ensaimado), otra vez darle aire al adversario, otra vez a lo Iñigo Montoya en la Princesa Prometida, litigar con la zurda cuando era diestro para que la cosa fuera más entretenida.

Zidane desparramó en Mallorca un once rarísimo, obligado por las bajas y la semana de selecciones pero también por un ataque de entrenador. Con sólo Casemiro como centrocampista de contención, con Jovic y Benzema en el doble nueve, James y Vinicius por las bandas, Isco por ahí en medio, Odriozol y Marcelo en los laterales y Militao acompañando a Sergio Ramos. Y Courtois, claro. Un remate del Mallorca a la portería madridista en todo el partido, minuto 7, Lago Junior, y gol. El belga es el hombre invisible, raro que Marvel no le ponga una pasta para que protagonice un par de películas.

El Madrid fue un quiero y no puedo todo el partido. Sólo Benzema le puso algo de ganas pero no tuvo un partido redondo, sino guadianesco. James anduvo muy intermitente y demasiado desesperado. Isco no estuvo. Vinicius anduvo en su línea habitual de acelerarlo todo a toda pastilla y acabar pegándose un castañazo improductivo en la primera curva. Jovic parece el meme de John Travolta en Pulp Fiction, porque no se entera absolutamente de nada… Odriozola sigue siendo una bala de cañón, pero fabricada de Slime (para los veteranos, Blandiblub) y encima se autoexpulsó… Un desastre.

Veinte minutos de inicio, además de otros dieciocho al final con diez, le concedió gentilmente el Madrid al Mallorca, tiempo suficiente para encajar el gol y para llevarse un par de sustos. Y cuando quiso entrar en el partido, los bermellones estaban crecidísimos, muy bien dispuestos sobre el campo y con ese toque de suerte para que su contacto físico defensivo a balón parado fuera siempre considerado leve y no motivara la entrada del VAR.

Zidane no cambió demasiado el libreto cuando el tiempo se acababa. Tiró de Valverde, Rodrygo y Brahim, tratando de apuntalar muy bien no se sabe qué porque el Mallorca era capaz de defender cómodamente su área, algo que hizo durante todo el partido salvo en un remate de Benzema al palo en el primer tiempo, y de transitar ofensivamente con cierto orden. No, no funcionó el once, no funcionaron los cambios, no funcionó la táctica y no funcionó la defensa de un liderato que ya no ostenta el equipo blanco. Y ahora llega el Galatasaray, donde una derrota puede ser un trastazo sideral para un equipo que sigue asiéndose con dos manos a la bomba de respiración asistida.