La aparición de La Quinta en el ocaso de Di Stéfano

La Saeta hizo dos campañas consecutivas sin ganar un título como entrenador, algo que no sucedía en el Madrid desde antes de su llegada a España. Pero La Quinta emergió de su mano

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El once madridista que ganó en el Camp Nou en la temporada 83-84
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En la medida de lo posible rescatamos en esta sección viejos partidos o historias referentes al duelo de la jornada, dado que queremos recordar aquellos datos que se van quedando tapados en la memoria por acontecimientos mas recientes. Sin embargo hay veces que el rival no tiene un pasado de enfrentamientos que lo haga posible, lo que es el caso de la SD Eibar. El conjunto armero llega al Bernabéu en la que es su quinta visita oficial de la historia, las cuales en su totalidad han sido en este siglo. Al tampoco existir relación de enfrentamientos mas antiguos, ni siquiera amistosos, hemos decidido cambiar de tercio en esta jornada y rebuscar en otros partidos de Liga jugados en tal fecha como hoy. No queremos con ello menospreciar a los eibarreses, pero pensamos que los enfrentamientos ligueros están tan presentes que nadie los ha olvidado y seria innecesario volver a recordarlos.

Rebuscando en viejas temporadas hemos localizado un partido que el Real Madrid jugó en el Camp Nou tal día como hoy, un 22 de octubre. Otra vez a hablar de los grandes que diría aquel, y sí, en cierta manera lo haremos pero para recordar por un lado la última victoria blanca antes de encadenar veinte años seguidos sin hacerlo en Liga, todo un récord negativo para la historia blanca, y de paso recordar la temporada 83-84, en la cual el Madrid se volvería a quedar con el marcador de títulos a cero por segundo año consecutivo, algo que no sucedía desde comienzos de los 50 en los años pre-Di Stéfano.

Estamos en el verano de 1983. Atrás queda la temporada del retorno de Di Stéfano, esta vez como entrenador en un golpe de efecto de Luis De Carlos previo a las elecciones a la presidencia madridista de octubre del 82, en la cual el argentino consiguió un récord tan difícil de igualar como de olvidar: ser el subcampeon de las cinco competiciones en las cuáles participó. La temporada 83-84 presenta de inicio pocos cambios en la plantilla: el canario Julio procedente de Las Palmas y el hispano-belga Juan José Lozano, este último como gran fichaje, eran las nuevas incorporaciones en Chamartin. Pese a la desafortunada temporada anterior, mas de 25.000 madridistas se dieron cita en la presentación estival en el Santiago Bernabéu, previa a la salida hacia la concentración veraniega de Austria. La pretemporada fue de menos a mas: se comienza en Udine, en el cuadrangular para conmemorar el Milenario de la ciudad italiana, donde se pierde ante el Udinese de Zico por 2-1 y en la consolación ante el Eintracht por idéntico resultado; se viaja a Coruña, al prestigioso Teresa Herrera, donde se cae en semifinales ante el Athletic Club de Bilbao pero al menos se derrota en la lucha por el tercer y cuarto puesto al Dinamo Kiev por 2-3, goles obra de San Jose, Santillana y Bernardo, quien también pasaba este año a formar parte del primer equipo; en Mallorca se consigue el Trofeo Ciudad de Palma al derrotar 1-0 (Santillana) al Brighton en semifinales y a los anfitriones del Real Mallorca por 2-3 en la prórroga de la final (Santillana, Juanito e Isidro); se golea al Español en Sarriá en el Trofeo Ciudad de Barcelona por 1-5 (Metdog, Bernardo, Juanito, Isidro e Ito) para acabar presentándose ante su publico en el Trofeo Santiago Bernabéu ante el actual campeón de Europa: el Hamburgo.

La plantilla madridista el día de la presentación de la temporada 83-84

El Madrid, pese a no estar al cien por cien, consigue imponerse a los alemanes, aunque estos tampoco es que pusieran muchas dificultades y eso que se llegaron a poner 1-2 en el marcador al cuarto de hora. El Madrid logró remontar en la segunda parte para acabar llevándose su trofeo por 3-2. Como curiosidad del Trofeo Bernabeu, hay que recordar que de aperitivo el Castilla jugo su partido de presentación ante el conjunto portugués de Os Belenenses, el mismo que había inaugurado el recinto en aquel lejano 1947, con el cual empato 2-2 en un partido que destaco un jugador juvenil de 17 años que no llegó a estar ni una temporada completa en el Castilla: Rafael Martín Vázquez.

La temporada oficial no comienza bien para el Madrid. Se llega al final de septiembre con el mismo numero de partidos ganados que perdidos y, para colmo, ha quedado eliminado en la primera ronda de la Copa de la UEFA. Se comienza ganando al Betis en Chamartin por 2-0, para a continuación viajar a Málaga donde se cae de manera estrepitosa por 6-2. De la Liga se salta a Europa y el primer envite es en Praga ante el Sparta, donde el Madrid vuelve a perder pero al menos por la mínima, 3-2, y gracias a los postes sigue vivo y con la esperanza de la remontada. Di Stefano, aunque preocupado, se lo tomaba con ironía cuando le recordaban los 9 goles encajados en cuatro días: «Hemos sufrido una barbaridad. Esto son accidentes que ocurren muy de vez en cuando. Yo tengo un amigo que lleva un Mercedes y un día se le pinchó…». En la vuelta a Chamartín llega el Valencia y gana por 0-1, con lo que se constata que el equipo no termina de acoplarse, encendiendo las señales de alarma: los nuevos no parecen aclimatarse y el equipo parece perdido en el campo. La resurrección llega 7 días después, en Atocha, donde en apenas 40 minutos el Madrid se pone 0-3, con dos goles de Santillana y otro de Lozano, que hace inútil el posterior gol de Uralde. Con mas corazón que efectividad el Madrid plantea la remontada ante el Sparta y acabó como tenía que acabar. Los checos colocaron el autobús dentro del área y el Madrid se vio plano para encontrar huecos y desatascar el partido. Ni siquiera con el gol de Isidro y jugando con uno más toda la segunda parte, por la expulsión visitante de Beznoska, los pupilos de Di Stéfano fueron capaces de marcar un gol más, pero sí de encajarlo, lo que a la postre con el 1-1 les dejaba fuera de la competición europea a las primeras de cambio. Al pitido final la bronca del publico fue de órdago y De Carlos tuvo que pasar por el trance de escuchar los gritos de «fuera, fuera».

La derrota supuso un mazazo para las arcas madridistas, se hablo de 150 millones de perdidas en futuribles taquillas y derechos de televisión de las siguientes eliminatorias, amén de que la figura de Di Stéfano quedaba muy tocada. La Liga continúa y esa misma semana llegaba el Cádiz, con la vitola de convidado de piedra y excusa perfecta para pagar los platos rotos. ¿El resultado?, al descanso el Madrid perdía 0-1, tanto obra de Mágico González. Aun así, el Cádiz no era rival para el Madrid y el fuelle le duró apenas 60 minutos. En una segunda parte, más plácida, el Madrid tan sólo se limitó a hacer valer su calidad individual y acabó goleando 6-2 a los gaditanos. Aun así la protesta volvió a Chamartín, y es que el paciente seguía enfermo. Los siguientes partidos se saldan con resultados variados. En Zaragoza se vuelve a perder 3-1, en Badajoz se gana 1-2 a los locales, en la primera eliminatoria de la Copa del Rey, y en casa ante el Salamanca se vence por 3-0 en medio del bostezo del respetable. Con estos mimbres el Madrid veía en el horizonte las dos siguientes jornadas: el viaje al Camp Nou y el recibir al Atlético en Chamartín. Para insuflar animo. el Madrid golea entre semana al Badajoz, en la vuelta de Copa, por 7-1 y se animaba más al comprobar que pese al juego y las derrotas sufridas, tan solo estaba a tres puntos del líder. En la Ciudad Condal tenían bajas sensibles: Maradona, quien estaba en el dique seco tras una terrorífica entrada por parte de Goicoechea, y Schuster igualmente lesionado.

El once madridista que ganó en el Camp Nou en la temporada 83-84

La designación arbitral de Ramos Marcos para el Clásico no sentó bien en Concha Espina. Se recordaban los arbitrajes sufridos en la final de la Copa de la Liga del año anterior y durante el Trofeo Teresa Herrera, donde al termino del mismo Luis De Carlos fue lapidario: «Con Ramos Marco, imposible que ganemos». Di Stéfano quiso quitar hierro y en la previa declaró que todos se equivocaban y suponía que él no lo hacía por devoción. Anticipado al sábado y en horario nocturno el Barsça del Flaco Menotti salió con Urruticoechea, Sánchez, Migueli, Alesanco, Julio Alberto, Víctor, Alonso (Pichi Alonso 60’), Esteban (Urbano 60’), Carrasco, Quini y Marcos; por su parte, Di Stéfano jugo con Miguel Angel, Chendo, Metgod, San Jose, Camacho, Gallego (Angel 77’), Lozano, Stielike, Bernardo, Juanito y Santillana (Pineda 77’).

Gran bronca al Madrid cuando saltó al cesped, y lanzamiento de objetos a Miguel Ángel al intentar colocarse en la portería. Tanto ‘llovía’ que el árbitro llamo al orden al delegado y se tuvo que pedir por megafonía un poco de cordura al publico culé. No pudo llegar el partido en mejor momento para el Madrid. El Barça sin los extranjeros era un equipo normal que no logró poner en graves aprietos a los blancos. El inicio fue trepidante y en apenas 20 minutos el marcador se había movido tres veces. Empezó silenciando Juanito el Camp Nou por medio de un tonto penalti del Lobo Carrasco, quien fue a despejar de cabeza un balón lanzado desde el corner y acabo golpeando a la pelota con el puño. Empato Quini de penalti tras otra pelota que toco Camacho con la mano desde el suelo y volvió a adelantar Santillana a los madridistas, al anticiparse de cabeza a dos defensas y al portero, tras una falta sacada por Juanito desde el lateral. Pese al inicio ajetreado, el marcador no se movió más. El Barça puso en peligro durante algunas fases del encuentro al Madrid, aunque nunca llego a verse realmente en peligro la victoria madridista. Un equipo que sin hacer un gran partido si logró mostrar otro fútbol y otra imagen de la ofrecida hasta el momento, con un Miguel Ángel esplendido y un Lozano que cuajo uno de sus mejores partidos como jugador blanco.

El debut de Martín Vázquez y Sanchís con el Real Madrid

El Madrid no bajo el pistón y la visita rojiblanca a Chamartín se saldó con un rotundo 5-0, lo que dejaba colíder al Madrid por primera vez en el campeonato. Desde ese momento, y salvo una derrota en el Pizjuán, los blancos encadenaron un buena racha que les llevó a terminar la primera vuelta líderes, aunque siempre con el acecho del Athletic de Bilbao, que tampoco aflojaba el ritmo. De esta primera vuelva no hay que olvidar un doble debut en La Condomina, donde Di Stefano hizo debutar a Rafa Martín Vázquez y Manolo Sanchis, quien marcaría el gol de la victoria blanca. El resto es historia.

 

La cuesta de enero se hace mas dura y el Madrid sólo logra ganar un partido, por lo que el Athletic se coloca líder, aunque a comienzos de febrero estos pierden en el Calderón y el Madrid recupera el primer puesto tras vencer en Cádiz ayudados por dos goles de otro debutante del filial: Emilio Butragueño. A continuación vence por la mínima al Zaragoza y Salamanca y nuevamente 2-1 al Barcelona en el Bernabéu. Sin embargo, marzo vuelve a ser nefasto: se pierde por la mínima en el Calderón, el por entonces rojiblanco Hugo Sánchez da la puntilla, y se empata ante el Sevilla en casa y en El Sadar ante Osasuna. El Madrid encara los últimos seis partidos a un punto del Bilbao, aunque quedando entre medias la visita a San Mamés. Allí llega el Madrid empatado a puntos, el Madrid había ganado al Mallorca y el Bilbao empatado en Valladolid, dispuesto a dar un golpe de efecto. Sin embargo la realidad fue tozuda y, pese a adelantarse por medio de Stielike, Goicoechea y Dani, a falta de tres minutos y tras una indecisión blanca en el área, daban la victoria a los leones y les dejaba en franca posición para obtener el campeonato a falta de 4 jornadas para el final.

Un halo de luz en la temporada: el debut de Butragueño

Pese a que en la siguiente jornada el Athletic caía en Heliopolis ante el Betis y el Madrid derrotaba al Murcia, ninguno de los dos equipos cedieron punto alguno en las tres jornadas restantes, ganando ambos los tres partidos con el mismo resultado: 2-1. Nuevamente el Madrid quedaba subcampeon, debido al gol average, por detrás del Athletic, quien se convertía en la bestia negra madridista de esta temporada, al también eliminar a los blancos en semifinales de Copa. Al caer también en la primera ronda de la Copa de la Liga, y ser el segundo año consecutivo sin titulos, Luis De Carlos opta por prescindir de Di Stefano, aunque oficialmente se le había acabado el contrato y no se le renovó. Su relevo en el banquillo seria otro exjugador: Amancio Amaro, quien había hecho campeón de Segunda División al Castilla en dura pugna con otro filial: el Bilbao Athletic.

 

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Con mi Insignia de Plata en un lugar privilegiado e intentando llegar a la de Oro, nada se puede comparar a la 7ª cuando uno ha sufrido todas las decepciones europeas de la segunda mitad de los 80. Abuelo, lo que hubieras disfrutado con los 11 de blanco, ya tenemos el doble de Copas de Europa desde que te fuiste y aquí seguimos, disfrutando y recordando a todos aquellos que de una u otra manera han hecho posible que seamos lo que somos.