Alberto Lozano: «no puedo hablar mal del Real Madrid»

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Alberto Lozano en un entrenamiento con el primer equipo del Real Madrid
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Primera parte: aquí.

Una vez repasada de manera general la trayectoria deportiva de Alberto Lozano toca profundizar un poco más sus años dentro del Real Madrid, equipo en el que contempló ocho temporadas, y en el que aprendió cientos de cosas. Unas lecciones que no olvida y que agradece de corazón, y no es de extrañar, siendo Alberto un entusiasta del fútbol teórico lleno de inquietudes e ideas.

 

INFANTIL A (2007-2008): SU LLEGADA AL REAL MADRID

A pesar de que ya estuviere unas semanas a prueba con Sergio Piña en la pretemporada del Alevín B, su llegada efectiva al Real Madrid acontece en esta campaña. Y lo hace del mejor modo posible: llevándose el campeonato, como haría en las cinco temporadas posteriores a esta. A pesar de ello, el año no fue un paseo, no llevándose los madridistas el trofeo de la regularidad hasta la penúltima jornada (derrotaron 4 a 1 al Atlético de Madrid).

Ese año su técnico fue Pepe Fernández que provenía del Atlético de Madrid y que le informó de que le conocía perfectamente. Se enteró entonces Alberto de que el equipo colchonero también le había estado siguiendo la pista. Guarda grandes recuerdos de su técnico de quién comparte que es de los mejores en el plano formativo.

Se disputaron muchos torneos ese año y guarda un especial recuerdo de uno disputado en León: si bien perdieron la final contra el Barcelona (Gerard Deulofeu jugaba en ese equipo), la final fue un auténtico partidazo y demostró que apenas había diferencia de nivel entre los dos conjuntos.

 

Los dos cadetes del real Madrid (2008-2010)

En su etapa formativa, Alberto no se saltó ningún escalón desde su llegada, jugando para todos los equipos que integran la cantera.

No fueron años tan especiales como el primero, pero sí guarda un genial recuerdo de estos dos años. De la temporada disputada con el Cadete B (José Luis Diezmo) comparte que fue un año difícil en el plano físico, pero que se cumplieron los objetivos. En dicha campaña jugó por primera vez un torneo internacional que se disputó en Holanda, el Auxerre fue el verdugo de los blancos.

El Cadete A fue un año muy competido, ya que a pesar de que el equipo estaba formado por grandes jugadores como Alfonso Herrero, Gonzalo Melero, José Rodríguez o Nacho Sierra; el Atlético plantó muchísima cara, con gente como Saúl Ñíguez, Oliver Torres o Manquillo, y no fue hasta la última jornada cuando se decidió el campeonato. Por fortuna, cayó del lado merengue.

 

Los tres juveniles blancos y la figura de Luis Miguel Ramis (2010-2013)

Arrancó su etapa juvenil pasando a formar parte del Juvenil C, año en el que parte del equipo se desmembró por las subidas. No fue impedimento para obtener el título liguero (a priori es la liga más fácil de todas, aunque se compite con gente mayor). Ese año conoció al que probablemente fuere su técnico más importante en categorías inferiores: Luis Miguel Ramis, del que dice que se lo merece todo, y manda un mensaje de fuerza al no estar saliéndole las cosas bien este año.

En el Juvenil B repitió con el técnico catalán repitiendo la obtención del título (Nacional Juvenil). Se pierden muy pocos puntos. A mitad de temporada, Ramis asciende al Juvenil A, y pasa a ser Tristán Celador el técnico de su equipo. Un entrenador del que también guarda un muy buen recuerdo, especialmente porque le supo apoyar en una etapa en la que era algo más rebelde, y le hizo ver (y entender) que ese no era el camino del éxito. Ese año llegó un jugador muy importante para esa generación: Álvaro Medrán.

Y tras ese escalón, llegó el año del Juvenil A, el que sin duda es su favorito. Un año a nivel formativo increíble, de la mano nuevamente de Luis Miguel Ramis y su cuerpo técnico. El Real Madrid solamente perdió un encuentro y empató otros dos, dejándose solamente siete puntos. Más que suficiente para obtener el título liguero y, a la postre, sellar su participación en la Copa del Rey Juvenil y en la prestigiosa Copa de Campeones a la que acudió en la condición de favorito.

Sin embargo, el trofeo que se disputó en Vigo, ante el Celta en la primera ronda, fue bien distinto y a la primera de cambio, el Real Madrid fue eliminado.

Fue un duro golpe en la moral de los chicos, que gracias al trabajo del cuerpo técnico en pleno (destacando Alberto a Juan Piñero, preparador físico) lograron recuperar la confianza perdida y se prepararon para la competición que aún quedaba por disputarse: la Copa del Rey Juvenil. En esta ocasión sí que cumplieron los blancos que conquistaron el trofeo tras derrotar al Athletic Club en una final de gran nivel.

Terminó el año con dieciocho goles en su haber, con cientos de recuerdos buenos, y el orgullo de haber compartido una temporada con jugadores maravillosos como Isma Cerro, Rafa Paez, Gonzalo Melero, Cristian Benavente o Alfonso Herrero.

 

Real Madrid C (2013-2015): el salto profesional

Su primer técnico en su primer equipo profesional fue Manolo Díaz, quién le ayudó mucho a dar el complicado salto de categoría. En esa temporada, el Real Madrid C militaba en Segunda División B. Su participación fue menor, y su rol algo más suplente, pero es normal tras convertirse en profesional. Aún así terminó la temporada con cuatro goles a favor.

Real Madrid C
Fotografía del Real Madrid C (temporada 2013/2014) – Febrero

Esa temporada, también tuvo a José Aurelio Gay como entrenador con el que tuvo mucha afinidad, a pesar de que nada más llegar al banquillo del segundo filial, Alberto se lesionara del menisco derecho y estuviera mes y medio de baja. Finalmente el equipo terminó arriba en la clasificación pero no llegó a clasificarse para los playoffs. Había un auténtico equipazo y parecía que el bloque principal iba a continuar otro año más, pero el descenso del Castilla arrastró al Real Madrid C a Tercera División. Esta temporada compartió vestuario con Fran Sol respecto del que quiere mandar el mensaje de que se ha alegrado muchísimo de que finalmente haya salido todo bien y no haya cáncer.

Entre el primer y el segundo año, Zinedine Zidane se hace con el banquillo del Castilla y le hace debutar en su primer partido como técnico ante el Guadalajara (pretemporada), Alberto responde marcando el primer gol de la era Zidane en los banquillos.

El siguiente año llegó su despedida del Real Madrid, pero primero tocaba convertirse en uno de los capitanes del equipo.

El año fue normal: ni bueno, ni malo. El equipo jugaba bien al fútbol pero la categoría se hizo muy dura y terminaron en la novena posición. Una clasificación a la inferior a la cosechada la campaña anterior. Alberto terminó con diez goles a su favor, varios de ellos de libre directo: su especialidad.