La hora de Florentino

Sin opciones en Liga y eliminados de la Copa, el presidente tiene que decidir qué hacer: si aferrarse a la Champions esperando un milagro o ponerse ya manos a la obra para regenerar el club

0
-publicidad-

A finales de enero. Tan lejos en Liga que ni con un catalejo y encaramados al punto más alto de la mayor se atisba la popa del líder. Eliminados en Copa del Rey dejando que el Leganés se convierta en el mejor equipo de la capital del Reino en el Campeonato de España. Y con los petrodólares cataríes del París Saint Germain asomando amenazadores, tú también flotarás, en tres semanas. El panorama del Real Madrid 2017-2018 no puede ser más desalentador. Ha llegado la hora de Florentino Pérez, el presidente del club blanco.

Tiene que y debe ser su momento. El presidente de la insitución futbolística más prestigiosa del globo ha permanecido en silencio durante estos cinco meses de desplome madridista. Bien es cierto que hasta diciembre fue como un tropezón que parece que acabará por controlarse. Pero el Real Madrid luce hoy desparramado por los suelos y su máximo dirigente tiene que decidir qué hacer: si pisarle los higadillos con un tacón de aguja (es decir, dar la temporada por perdida ‘aunque quede el PSG’ y ponerse manos a la obra en pergeñar una profunda renovación no solo de plantilla y cuerpo técnico, sino a todos los niveles) o tenderle la mano y, casi como dijo Toshack, volver a confiar en los mismos cabrones de siempre esperando que suene la flauta, el Madrid acabe alzando al cielo de Kiev la Decimotercera como Mafiki levantaba a Simba y en agosto de 2018 todo siga igual, porque ya saben que no hay que tocar los proyectos de éxito.

A Florentino le viene un reto colosal por delante, con el que poner a prueba toda su capacidad. Para esto se es presidente del Real Madrid. La plantilla da claros síntomas de acomodamiento tras cerrar un ciclo glorioso, tres Champions en cuatro años lo es, y una situación parecida, que no idéntica, se lo llevó puesto por delante hace doce años. El presidente tiene que sacar el lápiz, trazar las líneas maestras de su nuevo proyecto y ponerse manos a la obra en él, pero con dos impedimentos para los que tendrá que utilizar todo su ingenio. El primero es el nuevo contrato televisivo de la Premier, que ha dejado al resto de clubes europeos en clara desventaja económica, y el segundo es la pujanza en el mercado de City y PSG, equipos tan inflacionistas que dejan al Real Madrid atado de pies y manos ante los precios de traspasos y salarios anuales que pagan. Hace falta ingenio. Hace falta valor, aunque esto no sea la escuela de calor. Hace falta Florentino Pérez. Es su hora.

 

Compartir
Yo vi jugar a Del Bosque, así que llevo unos cuantos años yendo al Bernabéu. Socio desde 1986, mis recuerdos van ligados al Madrid del Di Stéfano entrenador, el de los cinco subcampeonatos, que me forjó en madridismo ante los malos tiempos, y al de la Quinta del Buitre, la poesía y las pelotas hechas fútbol. Desde 1996 dando la barrila en esto del periodismo deportivo, aunque hace años que es mi hobbie y no mi profesión.