El Madrid no va a ganar la Liga. Incluso tiene complicado acabar segundo, que no es más que ser el primero de los perdedores. Pero con Asensio la Liga parece otra cosa. El Madrid despachó un primer tiempo espantoso ante el Betis en Heliópolis, pero tras adelantarse en el marcador por medio del balear y dejarse remontar por su habitual falta de intensidad, fue capaz de darle la vuelta al partido en un inicio de segundo tiempo a toda pastilla ante un rival al que sólo le faltaba una lata de gasolina y una cerilla para tener el disfraz perfecto de suicida. Luego estuvo a punto de desperdiciar su ventaja, pero Benzema puso calma ya en el alargue, sellando un 3-5 que lo dice todo: el Real Madrid es un parque de atracciones.
Hay que ser sincero: ganar un partido de Liga, ahora, es lo mismo que ganarle al parchís a tu hijo de cuatro años. No sirve absolutamente para nada. Lo más preocupante del encuentro fue la lesión, una rotura muscular según pareció, de Marcelo, y lo mejor fue Asensio, que sigue teniendo pólvora para llenar diez santabárbaras. Quizás su juego sea demasiado guadianesco, pero los goles se le caen de los bolsillos. Hizo dos, uno tras rechace de Adán (el que adelantó a los blancos 0-1) y otro tras un jugadón tremendo de Carvajal, que sirvió para poner el 2-3 y certificar la remontada.
Porque el Madrid, sí, tuvo que remontar. Se adelantó pronto en el marcador y decidió, de nuevo, acogerse a esa tradición tan suya de no jugar a absolutamente nada. El Betis le metió un meneo durante media hora de esos que hasta duelen en el alma. Cuando quedaban diez minutos para el descanso, en 240 segundos le dio la vuelta al marcador en medio de la apatía madridista y con el equipo de Zidane hecho un pelele. Pero esto ya parece un truco: el contrario se lo cree (ver PSG), el Madrid sufre pero tampoco se lleva un saco y, cuando el rival se lo ha creído, sale el orgullo madridista y te despedaza en cuanto huele la sangre.
Así fue ante el Betis: cuando peor pintaba todo, el Madrid por detrás en el marcador y tras un par de jugadas béticas made in Setién, los blancos sacaron el mazo y remontaron: gol de Ramos de cabeza, tras córner botado por Lucas, y gol de Asensio tras el jugadón de Carvajal ya referido anteriormente y que supuso el tanto 6000 del equipo blanco en la historia de la Liga. Cristiano puso lo que parecía ser la puntilla. No lo fue porque el Madrid volvió a echarse a dormir, Junior metió un centro formidable y Sergio León aprovechó la indolencia de un Theo Hernández que debe pensarse que estamos en agosto y sigue de vacaciones. Era el 3-4, quedaban cinco minutillos tras el descuento y la pesadilla podía continuar. Pero no: marcó Benzema en el primer balón que tocó. Así que no hubo tan mal sueño, sino un milagro. En este parque de atracciones hay de todo.
