2017-2018: un doblete cuesta arriba

Después de una temporada plagada de lesiones, el sprint final de los blancos nos dio un perfecto broche final con la obtención de la Euroliga y liga ACB

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El comienzo de la temporada 2017-2018 para el Real Madrid de baloncesto no presagiaba nada bueno desde incluso antes de comenzar el primer partido de Liga. La estrella de la sección, Sergio Llull, se rompió el ligamento cruzado de la rodilla en un partido amistoso preparatorio para el Eurobasket 2017. En Tenerife, ante Bélgica, en el mes de agosto la rodilla del menorquín se hizo añicos y todos nos quedamos con el corazón en un puño. Una baja tremenda no sólo para la selección española sino para la temporada del Madrid de baloncesto.

No sólo eso. Apenas comenzada la temporada, en un partido de Euroliga contra el CSKA, el pívot Kuzmic se rompió también el ligamento cruzado en el mes de octubre. Dos lesiones de gravedad en apenas dos meses que suponían un gravísimo contratiempo para Pablo Laso. Lo peor de todo es que los problemas físicos no paraban de llegar. La sensación de maldición y pesimismo al mismo tiempo se empezaba a instalar en la sección. Randolph y el mexicano Ayón tuvieron problemas con el hombro. El primero estuvo varias semanas de baja sin pasar por el quirófano pero Gustavo Ayón no pudo evitarlo y fue operado. Trey Thompkins y Luka Doncic sufrieron también problemas musculares que les dejaron fuera varios partidos. El primero también tuvo que viajar a finales del año por la enfermedad de su madre, que desgraciadamente falleció al poco de conseguir la Euroliga el equipo blanco.

Ante tal avalancha de lesiones de hombres altos, los responsables de la dirección deportiva (Alberto Herreros y Juan Carlos Sánchez) fueron rápidos y acertaron con la incorporación del caboverdiano Edy Tavares, quien se ha mostrado como un fichaje importantísimo pese a las reticencias que despertó de inicio. A nivel defensivo ha dado una fortaleza de la que el equipo carecía hace ya años. A pesar de la presencia de Reyes, Thompkins, Ayón y Randolph, lo que ha aportado Tavares ha sido totalmente diferente. Lo que en un principio parecía un desacierto dada la bisoñez del jugador y lo que le costó su adaptación al equipo blanco, se convirtió rápidamente en un gran fichaje. De hecho, su ausencia la ha notado el Madrid en los partidos en los que o bien ha faltado o tenía problemas con las faltas personales. El Madrid también fichó al base Chason Randle, pero no ha tenido la misma suerte bien por falta de minutos o por inadaptación del norteamericano.

Afortunadamente junto a la llegada de Tavares, no todo eran malas noticias. El Facu Campazzo se iba afianzando en el puesto de base después de un inicio irregular. Después de dos temporadas cedido al UCAM Murcia con un rendimiento sobresaliente, volvía a Madrid y quedaba por saber si se iba a consagrar como el base titular de un grande. Le costó al pequeño pero gran jugador argentino, pero al final lo consiguió. No obstante, es cierto que debe mejorar en algunos aspectos como el tiro exterior, sin embargo, su temporada se puede calificar como buena. La llegada del francés Causeur dio más profundidad a la plantilla blanca, aunque en detrimento del lituano Maciulis que poco a poco fue perdiendo protagonismo en el plantel madridista. Mediada la temporada llegó a un acuerdo para rescindir el contrato con el Real Madrid e intentar buscar más minutos en otro equipo europeo. La labor del lituano fue encomiable tanto en pista como fuera de ella. No hay que olvidar que echó una mano en la zona como falso cuatro ante la avalancha de tantas lesiones.

El Madrid en la Liga ACB mantenía a pesar de las lesiones un dominio que construyó desde casi el principio de la temporada. El colchón de 3-4 victorias con respecto a sus perseguidores fue suficiente para ser campeón de la liga regular y tener el factor cancha a favor. En playoffs, tanto en cuartos de final como semifinales, doble enfrentamiento canario. Si bien dieron la cara los dos equipos isleños, se llegó a la final contra el Kirolbet Baskonia, otra historia totalmente diferente. Tras perder el factor cancha, el Madrid se rehizo y consiguió con tres victorias consecutivas lograr el título número 34 de liga. Por cierto, una de las mejores finales de los últimos años. Ofensivamente un espectáculo para todo buen amante del baloncesto y además los dos equipos defendieron aguerridamente y se vivieron momentos de tensión. Una gran final la jugada por ambos equipos.

En Euroliga, el equipo, aunque estaba en puestos de cabeza al principio de temporada, encadenó una racha negativa que le hizo caer. A pesar de las lesiones, el equipo no bajó del octavo-noveno puesto y poco a poco empezó a remontar. Una victoria de mucho mérito llegó al conseguir el triunfo en la cancha del Fenerbahçe. Llegó a estar al final de la fase regular con el factor cancha a favor, pero de nuevo unas derrotas inesperadas le hicieron bajar hasta el quinto puesto final enfrentándose en la primera ronda al temible Panathinaikos griego. Después de un bochornoso primer partido de la serie de cuartos de final, donde el Madrid fue borrado de la cancha, el equipo reaccionó de manera sorprendente venciendo tres partidos seguidos intensísimos y plantándose de nuevo en otra Final Four. En la Final a Cuatro se enfrentó al CSKA, el mejor en fase regular, donde militaba el Chacho, un jugador muy querido por la afición blanca. Después de un primer cuarto dominado por los rusos, el Madrid reaccionó construyendo la victoria con cierta comodidad. En la final, partido contra el actual campeón de la Euroliga con Obradovic a los mandos. A pesar del partidazo de Melli, una gran actuación coral liderada por Doncic, Causeur y Thompkins les llevó de nuevo a otro trofeo continental. Lo que parecía un sueño inalcanzable meses antes se convertía en una auténtica realidad después de mucho sufrimiento, trabajo, constancia y competitividad.

Doncic, y sólo 19 años…

Mención aparte ha sido la irrupción de Doncic, consagrándose como estrella del baloncesto. La lesión de Llull le impulsó a dar un paso adelante y poco a poco fue adquiriendo responsabilidades, actuando con madera de líder y veterano al mismo tiempo. MVP de la Liga y de la Euroliga tanto en fase regular como en playoffs y en la Final Four respectivamente, entrando por supuesto en el mejor quinteto de ambas competiciones. Impresionante para un chaval de 19 años que quiere escribir una nueva página del baloncesto. El palmarés que tiene con esa edad ya es para tener en cuenta. Le espera la NBA ya que ha sido elegido en el draft y jugará a partir de la temporada que viene en los Dallas Mavericks.

Como también hay que destacar la buena temporada de los veteranos, Reyes y Rudy que hicieron bien al no jugar con la selección y dedicarse a la nueva temporada. Rudy ha tenido una temporada sencillamente espectacular tanto en defensa como en ataque, consiguiendo los mejores números en porcentaje de tres de toda su carrera. Reyes ,con su habitual garra y espíritu ganador dando de nuevo muestras de su carácter. No podemos olvidar el segundo partido de la serie contra el Panathinaikos que llevó a voltear una situación muy complicada.

Carroll, Taylor, Thompkins y Ayón han sido de nuevo fundamentales en el colectivo. Aportando tiro, defensa, rebotes o intimidación. Actuando como un gran equipo sin importar que brillara uno más que otro. La vuelta de Llull después de su gravísima lesión supuso otra bocanada de aire fresco que aunque obviamente no se le ha visto al cien por cien. Ha tenido momentos puntuales en los que ha sido importantísimo por lo que transmite al resto de jugadores. Como dato más negativo hay que destacar a Randolph, que es un jugador que no continuará, así lo apuntan off the récord desde el club, la temporada que viene. Laso ha acabado harto de él. Una pena, porque un jugador con tanta clase y un físico sencillamente espectacular tiene la cabeza muy mal amueblada. El norteamericano se ha borrado en muchos partidos y después del primer partido de la final Laso le sentenció al llegar tarde a un entrenamiento. Yusta y Radoncic han sido los jugadores menos utilizados por Laso y aunque están todavía un poco verdes son jugadores que pueden dar más todavía. Yusta, aunque intermitente, ha estado mejor que el montenegrino y tiene un futuro brillante.

 

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Madridista desde pequeñito, solo podía ser seguidor del mejor equipo del mundo; bastantes desgracias tiene la vida como para llorar por el deporte y ser fan de un equipo perdedor. Como lo mío no era precisamente ganarme las habichuelas jugando al baloncesto, decidí que lo mejor era verlo desde el otro lado de la barrera, y qué mejor forma que narrar los éxitos del Real Madrid de baloncesto. Mis referentes ligados a este deporte, sin lugar a dudas, han sido la plata olímpica de los Ángeles 84, el colegio San Viator (de donde salieron gigantes como Juan Antonio Corbalán y Carlos Jiménez) y mis hermanos mayores. Después de varios trabajos y alguna estancia en Irlanda decidí sentar la cabeza y ahora presto el mejor servicio al ciudadano desde mi posición de funcionario de la Comunidad de Madrid. No cuajó la opción de ser coordinador de cheerleaders, pero os dejo una foto ellas para que veáis que al menos lo intenté...