La Ciudad Real Madrid es la muestra perfecta de la excelencia que siempre busca el Real Madrid, y a nivel de cantera, las joyas de la corona resultan el filial blanco y el primer juvenil. Equipos que, a pesar de las categorías que compiten, y aunque no se conozca en exceso por los aficionados, cuentan con una estructura totalmente profesional.
El Reglamento de la Real Federación de Fútbol Español, en lo que acontece a las competiciones no profesionales, introduce multitud de salvedades relativas a las composiciones de los banquillos y personal necesario presente en cada encuentro. Como resulta lógico, no es exigible la misma presencia de personal a un equipo de Primera División que a otro de Segunda División B, o de División de Honor. El Real Madrid lejos de estas recomendaciones cuenta con una estructura totalmente profesional para sus dos principales equipos de cantera.
Perfecta muestra de ello es que los dos equipos viajan siempre con un doctor con ficha federativa a estos efectos así como que cuentan con varios fisioterapeutas (tres el primer filial, dos el equipo juvenil). Los nombres de los doctores son: Antonio Fernández (Castilla) y Alfonso Marco (Juvenil A).
Además de los técnicos con derecho a ocupar un sitio en el banquillo, los equipos blancos también se desplazan con representación institucional y al menos una persona del departamento de prensa. Puede parecer una cuestión nimia pero supone una importante formación para los jugadores su introducción en estas dinámicas profesionalizadas, con un objetivo claro: acortar la distancia existente con la primera plantilla y demás equipos de élite. Pues en la Ciudad Real Madrid no solamente se forma al jugador como futbolista, también se da una educción integral y profesional.
Las dos equipos disputan competiciones reguladas por la Real Federación de Fútbol Español mientras que los inferiores se encuentran incardinados dentro de la Real Federación de Fútbol de Madrid.
A modo de ilustración se acompañan los artículos reglamentarios a estos efectos.









