RM – ROM: Huyendo de los perros

El Real Madrid inicia la tercera defensa de su título de campeón de Europa ante 31 rivales hambrientos y sedientos. Isco regresa al once y tal vez también tendría cabida Keylor Navas

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Es el más difícil todavía, una suerte de cuádruple carpado con tirabuzón o algo así, porque tampoco se me ocurre algo más complicado, aunque ya hubo quien lo lograra. El Real Madrid arranca la defensa del título de campeón de Europa tras tener en el zurrón los tres últimos. Lo hace ante una Roma en horas bajas (21:00, Movistar Liga de Campeones) y con toda una liguilla por delante para redimirse de cualquier hipotético traspiés, pero suena la musiquita y arranca la Champions, que ya estamos a mediados de septiembre.

No hay más que imaginarse a 31 perros encerrados desde hace tres años sin tener siquiera un hueso que lamer para imaginarse cómo andan los rivales del Real Madrid desde que en 2016, en Milán, el Madrid derrotara al Atlético en los penaltis. Desde ese día, y pasando por Cardiff y Kiev, nadie ha sido capaz de hincarle el diente a los blancos, así que los chuchos están sedientos de hambre y sed. Andan, sí, caninos, y con unas ganas de venganza terroríficas.

Eso es lo que le espera a un Real Madrid que tiene ante sí un reto colosal: ganar una Copa de Europa por cuarto año consecutivo (nota para los vendehumos de «éste es el mejor equipo de la historia»: en los 50 el Madrid ya ganó cinco consecutivas, cuando ganar Copas de Europa era mucho más complicado que ahora) y encima, hacerlo sin el que fuera el santo y seña que permitía la entrada al castillo: Cristiano Ronaldo, el que daba goles, fijaba defensas y condicionaba a rivales y compañeros cohibidos.

Así que en esas andamos. Con aquello de las rotaciones, Lopetegui meterá seguro a Isco en el once, presumiblemente por Asensio aunque Modric también podría descansar, y quizás a Keylor, que ha sufrido en sus propias carnes como aquello de la meritocracia no le afecta: renuncia a su selección para entrenar con el grupo y pelear por el puesto y al entrenador no le interesó mucho aquello para el partido de Bilbao. Veremos hoy.

Mientras, en la Roma jugará un tal Manolas, que parte del madridismo genuflexo considera casi un ídolo, y hasta promete que le aplaudirá esta noche, mientras pone a parir a Cristiano Ronaldo a través de sus redes sociales. Es el nuevo signo de los tiempos: desagradecidos everywhere.