RM 0 – 0 ATM: Ceballos solo no pudo

El sevillano, que entró tras el descanso por un lesionado Bale, le dio aire al equipo de Lopetegui: fue el único que trató de arriesgar y de inventar. Dos paradones de Courtois evitaron la derrota

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Sólo con Ceballos no se puede ganar al Atlético. Un mal Real Madrid, de nuevo demasiado deslabazado, reservón y con poquísima chicha en ataque, no pasó del empate (0-0) ante su rival capitalino en el derbi, y suma ya dos jornadas sin ganar y un gol en las tres últimas. Mucha posesión para tan poco remate. Courtois salvó dos veces a los blancos y el sevillano, que entró en la segunda parte, trató de revolucionar el partido, pero él solo no fue sufiiente.

El Real Madrid volvió a cuajar un primer tiempo horrible, algo que empieza a ser norma de la casa. El equipo salió, de nuevo conociendo un pinchazo del Barça, flojísimo al campo. El Atlético, que como es costumbre comenzó a verlas venir, de repente se dio cuenta de que para frenar las acometidas de ese Madrid lento y previsible que tenía enfrente apenas hacía falta sudar: con estar bien colocados y apretar un poquito arriba los de Lopetegui se descosían.

Tuvo el Madrid dos ocasiones en el primer tiempo, un remate llegando al segundo palo de Bale que se marchó desviado y un Karius de Oblak que no fue gol porque la tómbola toca pocas veces. El Atlético, en cambio, se marchó al descanso maldiciendo a Courtois porque le sacó milagrosamente dos mano a mano a Griezmann y a Diego Costa. El 0-0 del descanso era ficticio, porque hasta entonces, con la sala del máquinas del Madrid desencajada y Benzema y Asensio desaparecidos, se jugaba a lo que quería Simeone y a lo que dejaba el árbitro.

La entrada de Ceballos cambió al partido, al menos mientras sus compañeros tuvieron gasolina. El sevillano, por fin, le dio frescura al ataque: velocidad, desborde, ganas de hacer cosas distintas y no de manterner la posesión con el único afán de no perder el balón. El Madrid comenzó a llegar, y Oblak tuvo que comenzar a aparecer de verdad, como en un mano a mano a Asensio que pudo haber supuesto el 1-0.

Pero cuando quedaban quince minutos para el final, con el público del Bernabéu reclamando a gritos a Mariano, el Madrid se desfondó físicamente y el partido se convirtió en un ida y vuelta constante, con los dos equipos larguísimos y dando muchísimas facilidades tras pérdida. Vinicius tuvo tiempo de disputar los tres últimos minutos más el alargue, y le dio tiempo a dejar un par de carreras, un centro al primer palo y un desmarque en el que dudó tras tirarlo. Nadie quería perder en el descuento, así que aquello acabó en tablas aunque Ceballos se empeñó en que tenían que pasar cosas. Ojalá encuentre más socios para su causa.