FCB 1 – 1 RM: Ramos y Piqué fueron un muro

0
-publicidad-

Están los dos atravesando un magnífico momento de forma, también en lo físico, y entre ambos, Sergio Ramos y Gerard Piqué, fueron capaces de sostener a sus respectivo equipos cuando peor lo pasaban en el primer Clásico de este ciclo de tres. Semifinales de Copa, ida: 1-1 en Barcelona, con goles de Lucas Vázquez y Malcom. Ligera ventaja madridista, pero hay mucha tela que cortar para la vuelta.

Para empezar, el estado físico de los dos equipos. El Madrid aguantó treinta minutos a buen nivel, con presión altísima, acorralando a un Barcelona sin Messi en su campo y sin dejarle maniobrar con comodidad. Y cuando lograba merodear el área de Keylor Navas, ahí estaba Ramos para cortar cualquier posibilidad azulgrana: pudo siempre con Luis Suárez.

El Madrid se adelantó rapidísimo, a los seis minutos, gracias a una jugada por la banda izquierda de un Vinicius que, en ataque, fue lo mejor de los de Solari. Se le marchó el pase largo, pero se lo tragó Jordi Alba, Benzema bajó, templó y centró y Lucas tocó el balón ante Ter Stegen en el área pequeña para hacer el 0-1 y lograr que todos los demonios barcelonistas salieran del armario en tropel, ¡buh!

Precisamente por ahí, por el costado de un Vinicius que volvió loco a Semedo cuando arrancaba a la contra (lástima que se precipitara en demasiadas ocasiones), el Madrid llevó muchísimo peligro mientras el Barcelona se desangraba tratando de burlar la presión blanca. Pero en una serie de dos jugadas consecutivas, los de Valverde crecieron y los de Solari dejaron de ser el equipo avasallador que estaba silenciando el Camp Nou: fueron dos jugadas a balón parado, una finalizada con un larguero de Rakitic, y a los blancos les entró el canguelo, o los recuerdos del 5-1 liguero. De repente las botas comenzaron a pesar demasiado, el equipo se desplomó físicamente, y Keylor tuvo que aparecer con dos paradones para salvar el empate.

Ya no pudo hacerlo en el arranque de la segunda parte. Con Busquets de maestro de ceremonias, los barcelonistas controlaron por completo el partido en ese tramo, el Madrid aculado en tablas y Ramos achicando agua por todas partes, porque Marcelo tuvo un partido defensivamente horrible y ofensivamente nulo. Malcom, posiblemente el mejor de su equipo, logró la igualada en una jugada con parada de Keylor y poste de Suárez previos, y para colmo de males saltó inmediatamente Messi al campo. Lo peor estaba por venir en la media hora final, Casemiro empanado, el Madrid desubicado… Pero no.

Porque el Barcelona aguantó físicamente diez minutos más. Y luego, como el Madrid, se desplomó. Literalmente. El partido acabó con dos equipos rotos en el césped, sin que tampoco la intensidad del choque fuera la causante del trote con el que todos acabaron el partido. Incluso Bale, que entró en la segunda parte, anduvo extraordinariamente lento en la mejor ocasión de los blancos en la segunda parte. Bale lento, sí: por primera vez caben en la misma oración.

Así que tablas, 1-1 y todo para la vuelta del Bernabéu. Al menos, por el bien del espectáculo, esperemos que ambos equipos hayan recuperado el resuello.