Del fracaso de Suiza-54 a Mateos y Rial

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Kopa
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La semana pasada, el 17 de marzo, se cumplía el triste aniversario de la eliminación de la Selección española en la fase de clasificación al Mundial de Suiza 54. Hasta ese punto nada raro, por cuanto sucedió varias veces en el Siglo pasado. Sin embargo, esta vez la exclusión del campeonato sucedió de una manera un tanto extraña para nuestro días: por medio de un sorteo. Aprovechando el parón de selecciones vamos a seguir con el serial de «Madridistas en la Selección» y, con inicio en aquella eliminación, vamos a recordar la previa de aquellos partidos, la relación con el Real Madrid, cómo un partido de entrenamiento llevo al fichaje de un delantero madridista y el paso por la selección de otro gran madridista de los años 50: Héctor Rial.

Si para la fase de clasificación de Rusia 2018 se presentaron 210 selecciones nacionales, en 1953 el panorama era más escaso y tan solo 39 fueron las que intentaron acceder al Mundial. De ellas, 26 eran europeas, por lo que en aquellos años, para evitar viajes dignos de a de Marco Polo, se les emparejaba mediante proximidad geográfica. Para el Mundial de 1934 y de 1950 a España le había tocado jugarse la clasificación ante Portugal, a la cual eliminó en ambas ocasiones. Para evitar éste y otros precedentes y que las selecciones tuvieran más oportunidades, se cambió el emparejamiento en esta ocasión y se decidió que una plaza para el Mundial saliera entre una doble confrontación entre España y Turquía. La ida se decidió jugar en el nuevo Chamartín el día de Reyes de 1954 y, como era costumbre en aquellos años, se preparó una serie de encuentros amistosos para probar y compenetrar a los seleccionados. Se jugó en el viejo Zorrilla ante el Alavés, en Torrero ante el Avilés y nuevamente ante el Alavés en Valladolid. Los marcadores fueron buenos pero el juego era mediocre, tirando a malo e incluso en algún partido sólo aparecen 11 jugadores a la llamada del seleccionador.

A estos partidos tan solo Molowny y Lesmes, este íltimo ni siquiera había debutado con España, acudieron en representación del Real Madrid. Finalmente tan solo el segundo seria convocado para el partido, antes del cual tuvieron lugar otros dos partidos de entrenamiento en el estadio de Chamartín: en el primero los presuntos titulares se enfrentaron a los suplentes con varios refuerzos de jugadores del Real Madrid, caso de Oliva, Gabriel Alonso, Britos, Olsen y Di Stéfano; el segundo tuvo lugar ante el equipo madrileño de divisiones inferiores del Girod. Finalmente Lesmes lesionado no jugaría ante Turquía, en un estadio que tuvo bastantes claros en las gradas y es que la hinchada no las tenia todas consigo. España derrotó 4-1 a los turcos pero con muchas dudas en el juego y sin tener claro el poder vencer en Estambul.

De panadero a interior del Real Madrid

Dos meses más tarde se programó la vuelta en Estambul y otra vez la selección jugó varios partidos preparatorios a puerta cerrada. El primero en Chamartín contra el equipo reserva de los seleccionados reforzado con varios madridistas: Rodríguez, Olsen, Di Stéfano… con victoria del equipo titular. El segundo partido es más escandaloso. En el Metropolitano se enfrenta la selección contra el Plus Ultra, que jugaba aún en Tercera División, y con el añadido de tres seleccionados reservas. Pese a la gran diferencia de calidad, la Selección pierde 4-3 con un gran interior del conjunto asegurador que les marca tres goles y que en el día a día era panadero. Tal fue el desaguisado que MARCA llevó en su portada la indignación y aseguraba que los jugadores de la Selección ni se habían esforzado ni tampoco habían justificado el por qué deberían ser seleccionados para el partido ante los turcos. La actuación del autor del triplete fue tal que el Real Madrid no se lo pensó dos veces y le fichó en los siguientes días, haciéndole debutar en el primer equipo dos meses después, permaneciendo en el mismo hasta Julio de 1961 contabilizando 94 partidos y 50 goles. Su nombre: Enrique Mateos.

Enrique Mateos, en su debut con el Real Madrid en abril de 1955.

La desconfianza en la Selección era casi total. Tras conocerse la lista y en vista de la ausencia de madridistas al seleccionador nacional le interpeló la Prensa acerca del por qué de la ausencia de los mismos, toda vez que el club merengue era el líder de la clasificación. Tan solo Lesmes estaba llamado por si se tenía que jugar el partido de desempate en caso de no ganar en Estambul. El mal agüero se cumplió y España fracasó sin paliativos en la capital turca perdiendo 1-0 en una catástrofe general de la cual solo se salvó mínimamente la defensa. Al no valer el computo de los goles, se tuvo que ir a un tercer partido de desempate, en terreno neutral, que la Federación pidió que fuera apenas 72 horas después, pese a que aun quedaba bastantes días para la fase final de Suiza.

A Italia marcha la selección casi como si fueran al patíbulo, incluido Lesmes que viaja pero en balde puesto que no llegará a jugar. Para darle mas esperpento al partido, momentos antes de saltar al césped el delegado de la FIFA entrega a los directivos españoles un telegrama donde la propia FIFA alerta sobre la posible ilegalidad en caso de que juegue Kubala con el equipo español. La sorpresa es monumental. Kubala ya había conseguido la nacionalidad y en teoría había pasado el tiempo que la norma obligaba a no poder jugar con España tras haberse nacionalizado. Es mas, había participado en varios amistosos e incluso había jugado en Estambul y nadie había protestado. Ante la duda se decide no alinearle. En Roma el juego mejora algo al ofrecido en Turquía, incluso España se pone por delante en el marcador en un arrebato de furia al comienzo del partido, pero se pierde el fuelle inicial y Turquía acaba dándole la vuelta al marcador. Los otomanos colocan el autobús y resisten los ataques de una España roma, aunque la ilusión vuelve en cierta manera cuando en un córner Escudero logra empatar el partido a poco mas de diez minutos para el final. El poco tiempo que queda para el pitido final no altera el marcador. Tampoco lo hará en los dos tiempos de la prorroga por lo que se llega al temido sorteo. Éste en realidad no era obligatorio, es decir, existía la posibilidad de jugar un cuarto partido. Pese a eso los dirigentes federativos deciden jugarse la clasificación en un sorteo. La historia es de sobra conocida: el hijo de un trabajador del estadio es designado mano inocente, la cual saca de una copa una papeleta con el nombre de Turquía. España queda fuera de Suiza por la elección de una tarjeta. El desastre pasó factura a todos: cesa la dirección federativa así como el seleccionador.

Rial, el argentino de padre vigués y madre alcarreña

Pasará un año exacto hasta que España vuelva a jugar un partido internacional, con motivo del noveno encuentro amistoso entre España y Francia. Con el ex árbitro Ramón Melcón como seleccionador y Benito Díaz como entrenador vuelven a jugarse diversos partidos de entrenamiento y otros más serios contra clubes para preparar el envite. En ellos empezaran a aparecer nuevos jugadores madridistas como Marquitos, Rial, Perez-Payá y otros mas ‘veteranos’ como Muñoz, Navarro o Molowny. De las novedades se tenía gran interés en el argentino Héctor Rial, quien había fichado esa misma temporada por el Real Madrid, y dado que la Federación no quería otro caso Kubala examinó bien la documentación para no tener problemas. Aunque el jugador era argentino, en realidad los padres eran españoles, el padre de Vigo y la madre de Guadalajara, que habían emigrado al otro lado del Charco.

Cuando Héctor nació, sus padres le inscribieron en el registro del Consulado español en Argentina, por lo cual FIFA no tardó en aprobar los papeles de Rial para que pudiera debutar con España. Las buenas señales que emanaban tras los partidos de preparación, unido a la goleada de 7-1 ante Grecia de la selección de España B, una especie de Selección para probar a posibles jugadores para la selección absoluta, en la Copa del Mediterráneo dispararon la moral de la hinchada. Tanto fue así que las entradas para el partido se agotaron días antes y la Federación tuvo que publicar anuncios en la Prensa para avisar para que no fueran al estadio aquellos hinchas que no tuvieran entrada. En comparación con los anteriores partidos esta vez la presencia madridista si fue mayor: Miguel Muñoz y Molowny volvían a la Selección, mientras que Lesmes, Marquitos y Rial jugaban con ella por primera vez. Ramallets, Segarra, Bosch, Basora, Arieta y Gainza acompañarían a los madridistas en el once inicial.

De pie posan Marquitos, Lesmes y Muñoz en centro ante Francia. Abajo: de izq. a dcha. Molowny (2) y Rial (4).

Pese a prometérselas muy felices, la realidad fue otra. Una joven Francia, con un gran Raymond Kopa, venció a la Selección pese a que España se puso por delante en el marcador por medio de Gainza tras una jugada iniciada por Rial. El gol fue el canto del cisne para los locales, toda vez que desde ese momento el conjunto galo no tuvo rival sobre el césped. Antes del descanso, al que se fue la Selección con un abucheo de la grada, Kopa había empatado para Francia. En la segunda mitad nada cambió y la superioridad francesa fue manifiesta hasta materializarse en el marcador con un segundo gol de Vincent con el cual se llegaría al termino de los 90 minutos reglamentarios. Al abucheo general le sucedió una invasión de campo de hinchas franceses para sacar a hombros del terreno de juego a varios de los victoriosos, como se refleja en la imagen que encabeza esta entrada. España volvía a perder dando mala imagen, sólo se salvó Ramallets.

El siguiente compromiso de la Selección era una amistoso ante Inglaterra en el Bernabéu, apenas dos meses mas tarde. Benito Díaz dejaba el cargo de entrenador y llegaba Pepe Villalonga, quien a mitad de temporada había relevado a Enrique Fernández en el banquillo madridista. Se vuelven a jugar varios partidos de entrenamiento, dos de ellos contra el Plus Ultra. Rial participará en los dos primeros partidos marcando. Finalmente entrará en la convocatoria junto a Zárraga, Pérez Paya y Gento. El publico, pese a la desilusión del partido ante los galos, volvió a llenar el Bernabéu para enfrentarse a la ‘Pérfida Albión’. Finalmente los cuatro madridistas saldrán en el once inicial, con Zárraga, Pérez Paya y Gento estrenando internacionalidad. El once inicial lo completaban Ramallets, Matito, Garay, Campanal, Mauri, Maño y Kubala.

El once de España ante Inglaterra: agachados a la derecha, Rial y Gento.

El partido fue lo habitual de aquellos años para la Selección: una fuerte salida y presión al contrario al inicio de los dos periodos, con varias ocasiones pero sin llegar a materializar ninguna en gol. Enfrente había una selección que en el año en curso había goleado 7-2 a Escocia y había perdido 1-0 en Colombes ante Francia, en la cual asustaba mas el nombre que el juego. Los ingleses no desentonaron mucho del juego realizado por España y tampoco crearon mucho peligro. Es cierto que se adelantaron en el marcador por medio de Bentley a través de un disparo lejano, pero no llegó a tener una ventaja en el campo determinante. En la segunda parte España se impuso sobre Inglaterra empatando a mitad del encuentro por medio de Rial, que aprovechó una indecisión en la zaga inglesa.

El gol de Rial ante Inglaterra.

Si Rial hubiera rendido cuentas al final de esta temporada habría visto como cambió su carrera tras recibir aquella carta en Argentina en la cual Alfredo Di Stéfano le ofrecía venir a jugar al Real Madrid. Tras aceptar el ofrecimiento y negociar con el presidente del Nacional, el Real Madrid y el jugador lograron su objetivo. En su primer año había jugado 36 partidos oficiales marcando 20 goles, en los cuales logro el Campeonato de Liga, la Copa Latina y había alcanzado la internacionalidad con España. Ademas su figura caló en la sociedad española y el hispano-argentino hizo incluso publicidad… (Continuará…)

Rial, un galáctico con todas las letras.
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Yo vi jugar a Del Bosque, así que llevo unos cuantos años yendo al Bernabéu. Socio desde 1986, mis recuerdos van ligados al Madrid del Di Stéfano entrenador, el de los cinco subcampeonatos, que me forjó en madridismo ante los malos tiempos, y al de la Quinta del Buitre, la poesía y las pelotas hechas fútbol. Desde 1996 dando la barrila en esto del periodismo deportivo, aunque hace años que es mi hobbie y no mi profesión.