Junquera, el gigantón de Langreo

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Al conocerse el fallecimiento el lunes del ex portero del Real Madrid Andrés Junquera lei un tweet que resumía perfectamente el devenir de la gran mayoría de futbolistas de aquellos años en los que futbol no era aún un negocio: «Van muriendo los futbolistas del pueblo. Los que tenían que seguir trabajando para vivir una vez jubilados del fútbol». Y es que el madridista una vez finalizada su carrera deportiva volvió a su tierra donde abrió un bar para continuar trabajando.

Nacido en La Felguera (Asturias) a finales de 1946, tuvo unos inicios futbolísticos en clubes populares de la zona, en los cuales el meta recordaba la dureza de aquellas categorías e instalaciones de la época en una entrevista en ‘La Nueva España’: «Nos duchábamos con agua que estaba en unos bidones muy grandes, salía muy fría, recuerdo unos inviernos terriblemente fríos«. Con apenas 18 años debuto en Segunda División con el Langreo a finales de 1964, aunque no empezaría a jugar de manera habitual hasta la temporada 65-66 donde seria el guardameta titular. Tras asegurar la permanencia en la promoción contra el Atlético Marbella, dio el salto directamente al Real Madrid, donde a mediados de agosto de 1966 se presentaba en Chamartín con el resto del equipo. El gigantón de 1,90 vestido de oscuro resaltaba sobre el resto de camisetas blancas que escucharon la palabras de Don Santiago en vestuarios, en la primera temporada tras la Sexta Copa de Europa. Junto a él, Muñoz presento a Zunzunegui, González, Juanito y Rovira como las únicas novedades del Real Madrid 66-67.

Presentacion del Real Madrid 66-67. Junquera, altísimo con su 1,90.

Junquera partía como tercer portero a la sombra de Betancort y Araquistain, palabras mayores en esos momentos. Su debut fue en el antiguo estadio de Osasuna, San Juan, donde un equipo del Real Madrid reserva, mientras que el equipo titular jugaba al mismo tiempo el XXI Trofeo Teresa Herrera, participó ante el conjunto local en un amistoso a beneficio de la viuda e hijas del arbitro navarro Donato Hernández Rabanal, que había fallecido poco después de haber arbitrado un encuentro.

Durante la temporada apenas sí dispuso de oportunidades, salvo los habituales amistosos entre semana en Chamartín donde Muñoz y Moleiro probaban jugadores, por lo cual tuvo que esperar al torneo de Copa para hacer su debut oficial, que tuvo lugar en la vuelta de los 1/16 de Copa ante la Gimnástica de Torrelavega en el Bernabéu. Las cualidades del asturiano no habían pasado inadvertidas para Muñoz, que le dio otra oportunidad en la vuelta de cuartos ante un Valencia que en la ida había derrotado a los madridistas por 2-1. Pese a que no hubo remontada, se perdió 0-1, la actuación de Junquera fue buena e incluso su homónimo valencianista le felicitó por el partido.

La mecha estaba prendida y Muñoz, consciente de que tanto Betancort como Araquistain entraban en la treintena, confió en el asturiano dándole la titularidad desde la misma pretemporada 67-68. En general Junquera no hizo mala temporada, pero las predilecciones del público madridista se inclinaban por Betancort y se le reclamaba insistentemente desde la grada cada vez que era posible. En febrero, con la victoria del Valencia por 0-2 en el Bernabéu, se le achacó al asturiano cierta culpabilidad en el segundo de los goles, lo que unido a un viaje no autorizado a Avilés del meta entre semana, donde para colmo sufrió un accidente de tráfico, hizo que Muñoz colocara el resto de la temporada, a excepción de un partido de Liga y otro de Copa, al meta canario como titular. Aun así los 19 goles recibidos en 22 partidos le hicieron ganador del Trofeo Zamora esa temporada, premio que recogió el gerente Antonio Calderón en su nombre.

Junquera.

La temporada 68-69, pese a ganar la Liga nuevamente, Junquera la paso prácticamente en blanco. Pese a la marcha de Araquistain y la incorporación de Miguel Ángel como tercer portero, el veterano Betancort lo jugó prácticamente todo a excepción de un partido europeo en primera ronda, que disputo Junquera. Con el comienzo de la temporada 69-70 el canario siguió en la titularidad y a excepción de algunos partidos sueltos se mantuvo así hasta la jornada once, cuando en un choque en Mestalla quedó conmocionado teniendo que salir Miguel Ángel a jugar los últimos minutos de partido. El gallego fue el titular en el siguiente partido ante el Celta, pero la llegada del Standard de Lieja en Copa de Europa, que había derrotado 1-0 en la ida a los madridistas, motivó que Muñoz le diera la titularidad a Junquera en tan importante partido. Sin embargo la mala suerte se cebó con el meta y apenas comenzado el partido un mal bloqueo de balón hizo que se marcara en propia puerta el 0-1. El Madrid no pudo remontar y acabo eliminado del torneo tras perder 2-3. Junquera seguiría de titular hasta la jornada 21, donde en San Mamés se lesionaría y seria relevado en el descanso por Miguel Ángel. Para aquel entonces el Madrid había traído del Murcia a Jose Luis Borja, quien aprovechando que Junquera pasaría por el quirófano para retirarle una placa de plástico del maxilar, se haría con la titularidad hasta el final del campeonato liguero. En el torneo de Copa comenzaría Borja como titular pero seria a la vuelta de octavos ante Las Palmas cuando Junquera volvería al marco para ser el titular hasta la final del Camp Nou.

Las siguientes temporadas las pasaría casi en blanco, tan solo siete encuentros oficiales. Si en la 70-71 tuvo la competencia con Betancort, Borja y Miguel Ángel, en las dos siguientes, pese a irse el canario, tuvo que vérselas con la llegada de García Remón, quien tras su paso por el Real Oviedo se hizo con la titularidad en la portería madridista. No sería hasta noviembre de 1973 cuando retornaría a la portería de manera regular, al tener que suplir a García Remón en un derbi, quien en un choque con el argentino Ayala sufrió una luxación en el hombro izquierdo. Durante los siguientes dos meses seria el titular hasta que coincidiendo con el empate 2-2 con el Sporting en Chamartín, donde la grada volvió a acusarle de fallar en los goles, retornó García Remón a la titularidad tras obtener el alta medica. Éste volvió a lesionarse en Zaragoza a finales de febrero de 1974 por lo cual el resto de la Liga Junquera alternaría la titularidad con Miguel Ángel hasta que en El Molinón sufriría una nueva lesión y Miguel Angel sería el titular en todo el torneo de Copa. Como se lamentaría en alguna entrevista el meta asturiano, las lesiones muchas veces le hicieron salir de la titularidad ganada en el césped.

Con la llegada de Miljanic, en el verano de 1974, éste confiaría para la portería en Miguel Ángel, quedando Junquera como tercer portero y prácticamente en el ostracismo, jugando unicamente algún amistoso suelto. En la siguiente temporada y tras tener algún encontronazo con el entrenador, el asturiano aprovecharía una oferta del Real Zaragoza para fichar con el conjunto maño donde jugaría desde noviembre de 1975 hasta que una grave lesión le retiraría al final de la temporada 77-78. Descanse en paz.

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Con mi Insignia de Plata en un lugar privilegiado e intentando llegar a la de Oro, nada se puede comparar a la 7ª cuando uno ha sufrido todas las decepciones europeas de la segunda mitad de los 80. Abuelo, lo que hubieras disfrutado con los 11 de blanco, ya tenemos el doble de Copas de Europa desde que te fuiste y aquí seguimos, disfrutando y recordando a todos aquellos que de una u otra manera han hecho posible que seamos lo que somos.