En pleno mediodía, a la hora del aperitivo, del terraceo de mediodía. El Real Madrid despide de LaLiga 2018-2019, la temporada de las pesadillas, con una cervecita ante el Real Betis (12:00, BeIn LaLiga). Lo hará sin pagarse siquiera esta ronda, como los tacaños, la Hermandad del Puño Apretao. Después del año de desazón, de cabreo y de soporífero fútbol, no se invita ni a unas croquetas de jamón. Cuanto antes acabe este suplicio, mejor. Y será hoy a eso de las 13:45, afortunadamente. Este cuento se acabó.
Es el final de una generación que ha conseguido cuatro Champions en los seis últimos años, pero que con su dejarse ir podría haber sido capaz de agriarle el carácter hasta a Zidane. O más bien, ya se lo ha agriado. El técnico francés luce como un gato enfurruñado y recién salido de la bañera en sus últimas comparecencias públicas, y ya nadie es capaz de confirmar si va o viene, si se marcha o se queda, si decide él o es un espectador. Estos dos meses de travesía por el desierto le han llenado los bolsillos de arena y vaciado la cantimplora de su trayectora. Para él, que acabe todo esto también debe ser un alivio.
El Bernabéu tendría, dice el oficialismo, que despedir a sus ídolos aplaudiéndoles, ahora que acaba todo con las cuatro Champions en seis años. El entreguismo desaforado hacia los jugadores es terrible, y sucede además con la permisividad del club. Si cuando ganan se les aplaude, cuando pierden también hay que jalearles no sea que se nos enfaden, no cesan de repetir desde las trincheras de la mamandurria. Lo de que cada cual piense y actúe en libertad no va con este momento de la entidad, qué le vamos a hacer. El club que siempre fue un ejemplo de tolerancia, de respeto y de acoger a todos siempre y cuando fueran madridistas ha sido reducido a cenizas para tratar de convertir a la entidad, que surgió de las cenizas de la Institución Libre de Enseñanza por si alguien se ha olvidado, en MariCarmen y sus Muñecos.
En fin, que es el fin de un ciclo, que ya iba siendo hora, aunque veremos lo que cambia y lo que son fantasías animadas de ayer y hoy. Cuanto antes acabe esta pesadilla de temporada, llegue el verano, el pésimo fútbol del equipo pase al olvido y se vaya acercando el 21 de julio, primer partido de pretemporada, mejor. Porque ver a este equipo ha sido un auténtico tormento. Felicidades si ha logrado sobrevivirlo.
