LEG 2 – 2 RM: El Madrid enseña las enaguas

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El campeón, falto de tensión, cruzó los brazos y enseñó las enaguas. El Real Madrid, brillante campeón de Liga, se presentó aún resacoso a jugar ante el Leganés y, pese a empatar (2-2), mostró que si no está al cien por cien de concentración el equipo cruje como las cuadernas de un barco de madera en alta mar. Sergio Ramos y Asensio marcaron los dos últimos tantos ligueros de los de Zidane, que no consiguieron cerrar el once (victorias) de once (partidos) tras el parón. Pero jugando como en Butarque será complicado remontar ante el Manchester City. Lección que toca aprender.

El Madrid tuvo, pese al resultado, un partido mucho más plácido de lo que podría estar previsto teniendo en cuenta que se enfrentaba a un equipo, el Leganés, que se jugaba los bigotes y que necesitaba ganar para tener esperanzas de mantener la categoría. Normalmente, un equipo con el agua al cuello deja su sello desde la primera pelota: puños apretados, borceguíes afilados. Pero fue justo lo contrario. Dos errores tremendos de Tarínb permitendo sendos goles blancos nada más comenzar cada uno de los dos tiempos del partido. En el primero, se despistó en la marca a Sergio Ramos y permitió al camero cabecear el 0-1 a placer. En el segundo, erró en la salida de balón dejando a su equipo desnudo mientras abandonaba su área: Isco metió un pase maravilloso y Asensio fusiló a Cuéllar para el 1-2.

Entre medias de los dos goles, el Leganés fue capaz de mantener el partido vivo: sin demasiada tensión, sin necesidad de endurecer el juego, pero aprovechando la notoria falta de tensión de los blancos, sobre todo porque el experimento de Zidane de poner a Lucas Vázquez de lateral derecho con Eder Militao de central por el mismo costado fue una bicoca para los pepineros: entre Bryan Gil y Jonathan Silva creaban todo el peligro de los de Aguirre, y por ahí lograron empatar el partido, 1-1, con error de Areola (titular en el puesto de Courtois) incluido.

El partido fue una agonía pepinera en el último cuarto de hora: el Leganés se tiró con todo sabiendo que con dos goles se salvaba y Assalé hizo el 2-2. El jovencísimo Avilés tuvo dos goles para la salvación en sus botas, pero marró los dos remates, mientras Brahim, jugador que tiene sitio de sobra en el Real Madrid, pudo machacar a los locales pero casi a puerta vacía mandó el balón alto, y luego también con un remate desde la frontal que le salió demasiado centrado. El Leganés murió intentando matar, con un remate de Óscar que no fue gol por el grosor de un folio y un posible penalti VAR por codo de Jovic que no lo pareció, pero la categoría, la Primera División, se le escurrió entra las yemas de los dedos. Ante el campeón, el Real Madrid. Demasiado poco consuelo para los locales y un aviso para el campeón liguero: hay que estar, siempre, al cien por cien.