Cuando el Real Madrid tardó 30 horas en llegar a Valencia

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Velázquez, Betancort, Marañon, Zoco y Jose Luis en la cafetería de la Renfe de Albacete
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Comienza otra edición de la Supercopa, en este nuevo formato ideado para obtener unicamente mas dinero y que se desprende del espíritu inicial de la competición. Tras la aventura árabe del año pasado, la pandemia obligó a improvisar un nuevo proyecto para celebrar el torneo. Se optó por dejar la idea anterior de Arabia Saudí para jugar este año en varios estadios de Andalucía (El Arcángel, La Rosaleda y La Cartuja). El Real Madrid, que este año acudía tras ganar el titulo ligero, llegó directamente a Málaga para jugar su partido, sin pasar por Madrid debido al temporal. Mucho se ha hablado y escrito del viaje madridista a Pamplona y su posterior traslado a la Costa del Sol. Aquí no insistiremos en ello sino que recordaremos otro viaje caótico, con nieve de por medio, en otro comienzo de enero. Fue hace 50 años.

El Real Madrid comenzaba la segunda vuelta de la temporada 70-71 alejado del liderato. No era mucha la diferencia, tan solo tres puntos le sacaba el Barcelona, pero el juego madridista estaba siendo irregular. El día de Nochevieja el club blanco entrenó de manera habitual en el Bernabéu, bajo la tranquila mirada del publico. Un partidillo para ir probando, al termino del cual la Prensa preguntó al entrenador por la alineación para al partido. Esto que hoy puede sorprender era norma habitual en aquel entonces.

Miguel Muñoz, técnico madridista, tenia las bajas de Amancio y Gento, pero no escondió nada y facilitó el once inicial que jugaría en el Luis Casanova. En el Valencia, por su parte, existía cierto malestar por la designación como árbitro de Franco Martínez, ya que en el club ché no había gustado la actuación del colegiado en el ultimo enfrentamiento entre ambos conjuntos. Pese a esos recelos, el aficionado valencianista se mostraba entusiasta y se esperaba un lleno. El día 1 de enero, Año Nuevo, el conjunto blanco salió para Valencia. Todos reunidos a las 20:00 en el estadio madridista para ir en autobús hacia Atocha y viajar en el tren nocturno a Valencia, para el sábado poder entrenar en el campo valencianista. Sin embargo, ya se sabe que el hombre propone y Dios dispone.

De Albacete a Murcia y Alicante

El tren echó a andar sin problemas, pero a medida que iban pasando los kilómetros, lo que era una ténue nevada iba aumentando de intensidad. El tren pudo llegar a Albacete (donde un par de días después se alcanzarían en la Base Aérea de Los Llanos -24ºC) para tras la parada continuar viaje. Sin embargo, la nieve y el hielo hicieron que un tren de mercancías descarrilara e interrumpiera el servicio. El tren quedó varado en la estación de Bonete, cerca de Albacete, alrededor de las cuatro de la madrugada. Las opciones eran pocas. Hacia adelante no se podía continuar ni siquiera para coger el ramal hacia Alicante, por lo que el tren volvió hacia Albacete para pasar allí la noche. Por la mañana se evaluaron mas opciones. Se pensó en volver a Madrid en varios taxis para, desde la capital, ir en avión a Valencia, pero las carreteras también estaban con problemas. Tampoco se podía ir por la nacional hacia Valencia por idéntico motivo, por lo cual hubo que idear una nueva ruta: viajar hacia Murcia en tren para desde allí ir hacia Alicante y posteriormente hasta Valencia. Era ya la tarde del sábado cuando el Real Madrid comenzó la nueva excursión. Ésta no encontró nuevos problemas mas allá de la larga duración del viaje, lo que hizo que la expedición blanca llegara al hotel en Valencia sobre las 03:30 del mismo domingo del partido, que se jugaba a las 16:30. En total se habían usado casi 30 horas para alcanzar la ciudad del Turia.

Miguel Pérez dispara entre Paquito y Abelardo en el gol anulado al Real Madrid.  Pese a todas las peripecias, el Real Madrid no se planteó pedir la suspensión y jugó pese a no poder entrenar y esperando que el equipo no estuviera muy cansado del viaje. El Luis Casanova presentó un lleno total, sobreaforo incluido, con calor en la gradas pero frio en el césped. El partido tuvo dos partes bien diferenciadas y cierta polémica arbitral. Los valencianistas fueron dueños del encuentro en la primera mitad, y se fueron al descanso tras una galopada de Antón que centró a Forment para que éste batiera a Jose Luis Borja. En los segundos 45 minutos el Madrid fue el mejor y al poco de comenzar un pase largo de Fleitas encontró a Miguel Pérez, quien en velocidad superó a Antón para batir a Abelardo. Sin embargo este gol no subió al marcador por que el linier, que ya en la primera parte había demostrado tener un muelle en el brazo, indicó que había sido en fuera de juego. Las duda quedó en el ambiente para los madridistas, quienes protestaron tras el partido. Aquel 1-0, y la derrota del Barcelona en casa hicieron que el Valencia entrenado por Alfredo Di Stéfano se pusiera líder. Algo que mantendría al final de la temporada logrando el argentino su primer titulo ligero desde los banquillos. El Madrid por su parte acabó cuarto ese año y, por primera vez desde antes que La Saeta Rubia, llegara al Real Madrid, No ganó ningún título esa temporada.

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Con mi Insignia de Plata en un lugar privilegiado e intentando llegar a la de Oro, nada se puede comparar a la 7ª cuando uno ha sufrido todas las decepciones europeas de la segunda mitad de los 80. Abuelo, lo que hubieras disfrutado con los 11 de blanco, ya tenemos el doble de Copas de Europa desde que te fuiste y aquí seguimos, disfrutando y recordando a todos aquellos que de una u otra manera han hecho posible que seamos lo que somos.