RM 2 – 0 RBL: Valverde es un toro

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Se le deben escuchar. Los resoplidos. La testosterona desbordante. Se debe sentir el suelo temblando bajo los zapatos. Arranca Valverde y es como Othar, el caballo de Atila, porque arranca y no vuelve a crecer la hierba. Pero el otrora pajarito no es caballo, es un toro. El toro que se merendó al RB Leipzig (2-0), a los toritos coloraos alemanes. Golazo suyo, otra vez, y el Madrid sobreviviendo gracias a su potencia y a su tino. Asensio, que volvió a jugar, sentenció en el alargue con un golazo. La fase de grupos de la Champions, tras el empate entre Shakhtar y Celtic (1-1) se pone más que de cara. Pero no fue tan fácil como estaba previsto.

Enfocaba la retransmisión televisiva a Carlo Ancelotti cuando quedaban poco segundos para el descanso, y la cara del preparador italiano tenía tan mal aspecto como el indecente césped del Bernabéu. El Real Madrid, el campeón de Europa, estaba disputando sus peores minutos de la temporada ante el RB Leipzig, en su regreso al coliseo blanco tras la serie de maravillosas remontadas del curso pasado. Incluso, en un par de tramos de cinco minutos, se llevó un par de menos de esos en que te agarran por las solapas y crees que te vas a llevar la del pulpo. Pero fueron simplemente bravuconadas alemanas, para fortuna del campeón de Europa.

Ancelotti dispuso un once con rotaciones, con Nacho formando en el eje de la zaga junto a Rudiger y Alaba en el lateral zurdo; con Tchouameni y Camavinga escoltando a Modric en el medio; y con Valverde acompañando a los meninos do gol, Vini y Rodrygo. Pero desde el primer balón, se vio que el Leipzig estaba metido en el partido mientras que el Madrid adolecía de esa falta de combatividad que de vez en cuando le come por dentro.

 

Así que la mala cara de Ancelotti estaba justificada, porque el Madrid era arrancadas de Camavinga o Valverde o invención de Rodrygo. Vinicius estaba más gris que el cielo de Madrid y el equipo jugaba como si estuviera Benzema para resolverlo todo. Pero el francés no estaba. La segunda parte comenzó distinta, con el Madrid más pujante, pero sólo en una arrancada de Valverde, siempre él, encontró el Madrid su primer disparo entre tres palos, de Vinicius.

El segundo ya fue el gol. Al revés que los goles tradicionales del Madrid en Europa: arrancada de Vinicius, remate de Valverde, el toro blanco, recortando el disparo con la derecha y machacando con la izquierda. Asensio, golazo el suyo en el alargue tras volver a jugar y ser recibido con división de opiniones, desorejó al morlaco de Leipzig. El Madrid sigue de vuelta al ruedo, hasta en un mal día en la oficina.