ATM – RM: This is football

0
-publicidad-

Es un derbi madrileño, un partido de los de verdad, macho, pasional. De los que se jugaban en el patio del colegio entre los del A y los del B, donde no puedes perder porque se van a estar choteando de tí hasta que haya otro partido y quizás lo ganes. Atlético y Real Madrid se miden a escasos metros de Coslada (21:00, Movistar LaLiga) en un choque marcado por tanta ponzoña que da hasta grima escribir sobre ello. Polémicas pueriles amplificadas por altavoces que no tienen nada mejor que hacer.

This is football, así que si me lo permiten pasaré ignorando por completo las charlotadas de unos y de otros de las últimas horas, polémicas que harían palidecer hasta a la Almudena, patrona de Madrid. Un Atlético-Real merece bastante más respeto que el que los usuarios de Twitter, esa red social especializada en lucha grecorromana. Así que hablemos de fútbol.

Llegan los de Ancelotti lanzados, ocho victorias en ocho partidos oficiales disputados. La receta del técnico italiano funciona, y ha logrado que el equipo blanco no acuse ninguna ausencia. Sus rotaciones, esa distribución de minutos tan particular que consigue que todos se sientan importantes aunque al final acaben jugando casi siempre los mismos, funcionan. Y el equipo parece una balsa de aceite sobre el campo, que es lo único que realmente interesa. Hoy la única duda en el once es si jugará Rudiger o lo hará Militao, pero el resto, con la baja de Benzema, se recita de carrerilla.

El Atlético es otra cosa, como siempre. Con las bajas de Giménez y de Savic, además de las ya conocidas de Reguilón y Lemar, Simeone al menos recupera a Oblak. Los rojiblancos, tras el revolcón sufrido en Leverkusen, derrotaron a su archienemigo la temporada pasada (1-0), en el derbi de la polémica del no pasillo, con el Madrid recién proclamado campeón liguero y la mente en París. No es la misma situación, pero sí habrá la misma pasión. Por los dos bandos, esta vez. Es un derbi. Y eso nos pone a todos. This is football, aunque esté el VAR para intentar jorobarnos a todos.