El Informe Queipo (III): Los cedidos

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Después de atravesar por el análisis de los Porteros y Defensas y por el de Centrocampistas y Delanteros, llega el momento de examinar a los cedidos por el club, la temporada que han hecho y si realmente puede merecer la pena que regresen a la entidad para formar parte de la regeneración prometida o si, por el contrario, lo mejor sería largar amarras con ellos y que cada uno haga su vida. Estos son los cedidos del Real Madrid y así han estado durante la temporada 2020-2021.

Martin Odegaard. Después de que Zidane modificase su habitual 4-3-3 para darle acomodo, jugando un 4-4-2 en rombo, y después de que el noruego no diese la talla en las oportunidades que tuvo, desapareció en el fondo del armario y decidió irse al Arsenal enfurruñado con el mundo. En Londres ha sido completamente intrascendente, un gol y dos asistencias en media temporada. No sólo no mejora, sino que se ha convertido en un futbolista sin peso. Cumplirá 23 años en diciembre y ya no es una promesa: lo que hay es lo que habrá. Traspasar.

Jesús Vallejo. Ha jugado tanto de lateral derecho como de central en el Granada, donde está cedido hasta el 30 de junio, pero sólo 21 partidos, demasiado poco para ser un cedido del Real Madrid. Dependiendo de lo que se mueva el mercado en el centro de la defensa del conjunto blanco (con el futuro de Varane, Ramos y Nacho en el aire según se rumorea) podría hacerse con un hueco en la plantilla madridista como solución desesperada, pero no es ni la intención del club ni la intención del jugador, que es quedarse en el equipo nazarí.

Take Kubo. El curso pasado apenas jugó en el Mallorca que descendió. En éste no jugó en el Villarreal campeón de la Europa League y ha sido intrascendente en el Getafe que se salvó del descenso en la penúltima jornada. Tres entrenadores diferentes, tres maneras de entender el juego distintas, tres tácticas distintas y no ha tenido nunca relevancia. Parece menos de lo que es y en el mundillo muchos ojeadores se preguntan si tiene nivel para jugar en Primera. Lo mismo lo mejor sería buscarle una última cesión en el extranjero a ver si rompe, pero se le acaba el crédito.

Brahim Díaz. Sí, no ha logrado convertirse en indiscutible en el Milan. Sí, no tiene un físico del que se exige hoy en día, la ‘talla Chelsea’. Pero tiene ese algo, esa magia. Tiene duente. Tiene carácter. Tiene fútbol. Si algún cedido merece una oportunidad, el malagueño se la ha ganado de largo. Recuperar.

Reinier. Se marchó cedido al mejor ecosistema de Europa para, siendo joven, ganar protagonismo (el del Dortmund) y no ha tenido ninguno, quién sabe si por problemas de adaptación a Europa, a Alemania o al club. Pero allí brillan multitud de mocosos Sub-20 y Renier ha sido un mero comparsa. Le queda un año de cesión y, si no la rompe en la 21-22, lo mejor será largarle.

Borja Mayoral. Tiene dos años de cesión en la Roma, y una cláusula de compra por el club giallorosso por 15 millones de euros. Ha marcado 17 goles esta temporada, ha puesto en apuros la titularidad de Dzeko y ahora tiene la oportunidad de encontrarse con Mourinho como entrenador, algo que le vendrá muy bien para mejorar su intensidad sobre el campo. De momento, allí debería permanecer.

Dani Ceballos. El utrerano ha ido involucionando año a año desde que fichó por el Real Madrid, y su capacidad futbolística ahora es desconocida. Tras dos años en el Arsenal totalmente intrascendentes, no seguirá allí y suena, dicen, para romper su contrato con el Real Madrid y marcharse al Villarreal. Jugador que no ha terminado por ser lo que se esperaba de él, el club blanco debe hacer caja, intentar sacar algo por el futbolista y romper su vinculación definitivamente.

Luka Jovic. Se ha convertido en un One Season Wonder de manual, un jugador que tiene una temporada buena en su carrera, atrae a un grande que le ficha y nunca jamás vuelve a recuperar el nivel, ni siquiera cuando sale de ese grande. No es futbolista para el Real Madrid ni por calidad ni por cabeza. Traspasar que aún tiene algo de cartel.

Gareth Bale. Sensacional su temporada en el Tottenham. Ha conocido tres campos de golf nuevos, ha bajado dos puntos su hándicap y encadenó tres birdies consecutivos en un pro/am que le hicieron firmar un par de bolas a sendos espectadores. Es un ex jugador para quien el fútbol es secundario. Es fundamental deshacer su contrato como sea, 17 millones de euros al año netos, pero que no vuelva a Madrid.