RM – VIL: A evitar otro ridículo

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Cada partido que pasa resulta más complicado escribir una previa sobre un partido del Real Madrid en el que no hay nada en juego, salvo mantener limpio el escudo. Claro, que más complicado es tener que escribir crónicas de los ladrillos de partidos que viene despachando a lo largo de toda la temporada, salvo alguna excepción. Hoy, toca de nuevo fútbol, 16:15 ante el Villarreal en el Bernabéu. Algo que es lo que más conviene recordar porque, por primera vez en años, la mayoría de la afición madridista se ha desenganchado tanto del equipo que no sabe ni cuándo (no me refiero a hora, sino incluso a día) juega su equipo. Indiferencia, ante la imposibilidad de protestar en la república militarizada a sueldo que se ha montado el club.

Porque quedan dos partidos de Liga en casa, incluyendo el de hoy ante el Villarreal, y ahí sigue el Bernabéu: nadie protesta, nadie se cisca en todas las mulas o en la estirpe de nadie (y los pocos que lo hacen son despachados a palos por la seguridad privada del presidente, que no del club); el proyecto de la directiva parece que gusta, las decisiones de los entrenadores son maravillosas y hay que aplaudir a estos jugadores que antaño (repito, antaño) hicieron historia, porque lo importante es el «con lo que nos han dao» y no «con lo que nos están dando»: un Madrid más triste que unos calzoncillos de esparto.

Pero bueno, que toca partido. Bale y Modric, dos jugadores que han tenido una temporada más que plomiza, se quedan en casa, y lo mismo es la primera pista real de que Zidane no cuenta con ellos. Pero eso el Madrid no lo desvelará hasta el 1 de julio: el día 30 de junio pasará el recibo de las cuotas de socios y abonos de la próxima temporada y no es plan de que la gente se plantee el no pagar pastizales para ver a un equipo sin estrellas, más aún después de l curso pasado: una subida del 10% de cuotas para, una vez cobrados los recibos, dejar ir a Cristiano Ronaldo con una rebaja brutal de su cláusula de rescisión. «Buena gestión», llaman a esa locura.

El Madrid se juega, si es que se puede decir «se juega», la posibilidad de ser segundo en la clasificación y maquillar la hecatombe de temporada, mientras que el Villarreal pelea por la salvación. La semana pasada, un muerto viviente como el Rayo le pintó la cara a los blancos, en uno de los partidos más miserables que se le recuerdan al equipo en años. Hoy vuelve Vinicius a la convocatoria y posiblemente Brahim esté de inicio. Al menos, quién sabe, habrá dos que le pongan velocidad al asunto. Lo veremos esta tarde.